PAN vírico emitiendo desde nuestras casas. Ciencia Mundana viene a
desmontar teorías conspiranoicas sobre el coronavirus. Hablamos sobre la
ansiedad y sobre ataques cibernéticos asociados al teletrabajo.
Año 2020
Comienza el estado de confinamiento en los hogares de
muchas personas a lo largo de todo el mundo debido a la crisis del
covid19. A pesar de ellos, en las fronteras del Reino de España muchas
empresas siguen obligando a sus empleadas a desplazarse bajo amenaza de
despido.
Muchas personas comienzan a trasladar la vida física a
los ambientes digitales y las grandes tecnológicas engordan sus ingresos
y las bolsas de datos que generamos con nuestras interacciones. La
producción de contenidos e información digital se acelera
vertiginosamente. La capacidad de concentración disminuye.
En
emisiones radiofónicas, la relación señal-ruido se define como la
proporción existente entre la potencia de la señal que se transmite y la
potencia del ruido que la corrompe. En su novela gráfica Signal to noise Neil
Gainman escribe que “todo significa algo. Incluso las cosas que no
significan nada. Como el ruido que oyes al cambiar de canal en una radio
vieja. Todo son patrones. O lo serían si tuvieras perspectiva. El ruido
no existe”.
Todo el ruido informativo que emerge y se multiplica
por doquier significa algo. Son los patrones de comportamiento que ya
teníamos acelerados por la voracidad productiva y consumidora que rige
nuestra relación con la información.
Mensajes y audios que
circulan sin control por todo tipo de redes sociales se suman a una
excesivamente desarrollada necesidad de estar en permanente contacto
digital con los otros. Durante el confinamiento nos está costando más
que nunca leer y escuchar podcasts o radio con atención.