Por Xandra Romero en 7K de www.naiz.eus
Resulta curioso cómo a veces uno se interesa por un tema y no para de
encontrarse información relacionada con el mismo por todas partes. Bien,
algo así está ocurriendo con la microbiota. Lo último sobre el tema, o
quizá no tan reciente, es la conexión y, por ende, la investigación
sobre la microbiota y el covid-19. Recordemos que la microbiota es el
conjunto de microorganismos beneficiosos que habitan principalmente en
nuestro intestino. Mientras que los microbios obtienen un hábitat y
alimento del huésped (nosotros), estos microbios a su vez ayudan al
huésped regulando varias de nuestras funciones fisiológicas, incluida la
digestión, e impartiendo inmunidad protectora contra los patógenos. Por
ello, se ha demostrado que las alteraciones de la microbiota intestinal
a veces denominadas colectivamente como “disbiosis intestinal” están
asociadas con la aparición de diversas enfermedades y trastornos
La dieta, los factores ambientales y la genética juegan un papel
importante en la configuración de la microbiota intestinal, que puede
influir en nuestra inmunidad. La diversidad de la microbiota disminuye en
la vejez y el covid ha sido principalmente fatal en pacientes de edad
avanzada, lo que apunta al papel que la microbiota intestinal puede
desempeñar en esta enfermedad.
¿Qué datos tenemos para hablar de conexión microbiota y covid? Además de
que puede afectar más en ancianos, el papel de la microbiota intestinal en
la influencia de las enfermedades pulmonares ha sido bien estudiado y es
que se sabe que la infección por virus respiratorios provoca alteraciones
en la microbiota intestinal. Asimismo, aunque el SARS-Cov-2 (virus del
covid-19) causa principalmente infección pulmonar a través de la unión de
unos receptores presentes en las células del pulmón, recientemente se ha
encontrado ARN del SARS-CoV-2 también en las heces de algunos pacientes
infectados. Y es que los enterocitos (células) del intestino delgado,
también expresan estos mismos receptores.
La evidencia anterior sugirió que el ARN viral del coronavirus era
detectable no solo en las secreciones respiratorias, sino también en las
heces de algunos pacientes después del inicio de la enfermedad y al cabo
de un mes. Además, un estudio llevado a cabo en pacientes covid
hospitalizados, mostró que dichos pacientes tuvieron alteraciones en la
carga y especies de los microorganismos fecales en comparación con las
personas sanas, caracterizados por el enriquecimiento de patógenos
oportunistas y el agotamiento de los beneficiosos, en el momento de la
hospitalización y en todos los momentos durante la hospitalización, lo
cual, se correlacionó con la gravedad del covid-19.
Por otro lado, ahora hay evidencias que sugieren la presencia de los
mismos microorganismos en el pulmón y en el intestino. Así, si en este
último predominan las bacterias Bacteroidetes y Firmicutes, en el pulmón
son las Bacteroidetes, Firmicutes y Proteobacteria. Curiosamente, se ha
demostrado que la microbiota intestinal afecta a la salud pulmonar a
través de una intercomunicación entre la microbiota intestinal y los
pulmones que se conoce como el “eje intestino-pulmón” y que, se supone, es
bidireccional, lo que significa que ciertas sustancias microbianas pueden
impactar el pulmón a través de la sangre y, cuando se produce inflamación
en el pulmón, también puede afectar la microbiota intestinal.
¿Por qué es interesante este descubrimiento? Pues porque la microbiota
intestinal puede modificarse intencionadamente a través de la dieta del
huésped, o sea, nuestra dieta, y si esto infiere mayor y mejor estado de
inmunidad y, además tiene efecto sobre la inflamación pulmonar en enfermos
de covid-19, podría significar una terapia profiláctica frente al virus.
En este sentido, sabemos que resulta más beneficiosa una dieta basada en
alimentos vegetales que en grasas y proteínas animales, pues el consumo
elevado de carbohidratos no digeribles, como la fibra y el almidón
resistente presentes en frutas, tubérculos y granos integrales, son
fermentados por los microorganismos residentes en el intestino, por lo que
proporcionan energía al huésped y mejoran la salud intestinal.
De nuevo, mantener una dieta adecuada puede ser relevante de forma
indirecta para superar, sin duda, una de las enfermedades que pasarán a la
historia.
Para saber más de la microbiota:
http://www.editorial.csic.es/publicaciones/libros/12876/0/la-microbiota-intestinal.html