FꓤANCISCO JAVIER ЯODRÍGUEZ AMOЯÍN

Anekdotas o lapsus na razón.

31 may 2020

Volvió la reivindicación a la plaza Gavidia de Sevilla

Plataforma andaluza

Volvieron a reunirse las víctimas del franquismo en la plaza Gavidia de Sevilla a reivindicar Verdad, Justicia y Reparación como cada último sábado de cada mes desde 2008

La Subdelegación permite reanudar las concentraciones de la Gavidia pero con “observaciones”

https://m.europapress.es/andalucia/sevilla-00357/noticia-coronavirus-subdelegacion-permite-reanudar-concentraciones-gavidia-observaciones-20200527174136.html

La Subdelegación del Gobierno central en Sevilla ha admitido la petición promovida por el grupo de memoria histórica de CGT Andalucía para reanudar sus concentraciones semanales junto a la antigua comisaría de la Policía Nacional de la Gavidia, ubicada en la céntrica plaza de la Concordia del casco histórico de Sevilla, recordando eso sí una serie de “observaciones” respecto a las medidas preventivas implantadas frente a la pandemia de coronavirus Covid-19 y con relación al estado de alarma decretado para combatir su expansión.

En su petición, recogida por Europa Press, el grupo de memoria histórica de CGT Andalucía recordaba que la mencionada concentración junto a la comisaría de la Gavidia se venía celebrando desde 2008 el último sábado de cada mes.

Estas concentraciones se vieron suspendidas, como tantas otras movilizaciones, por las restricciones del estado de alarma decretado el 14 de marzo para frenar la pandemia de coronavirus Covid-19, si bien tras el acceso de Sevilla a la fase uno del plan estatal de levantamiento gradual de las limitaciones, el colectivo comunicaba a la Delegación del Gobierno central en Andalucía su intención de reanudar sus concentraciones la mañana del próximo sábado 30 de mayo, “en el horario acostumbrado de 12 a 14 horas”, con el compromiso de “acatar todas las medidas de seguridad” en materia de distancia social y uso de mascarillas.

LA SUBDELEGACIÓN RESPONDE

Ante dicha petición, y a través de un documento oficial recogido por Europa Press, la Subdelegación del Gobierno da cuenta de esta solicitud y reconoce que “el convocante especifica de forma detallada las medidas de seguridad que deberán ser cumplidas en la celebración” de la concentración “para preservar la salud de los participantes y que están en línea con las recomendaciones sanitarias” que rigen actualmente.

Y aunque la previsión de que acudan más de diez personas “imcumpliría” inicialmente algunos términos de la fase uno del levantamiento del estado de alarma en la que fue cursada la petición, la Subdelegación zanja que “en este caso el derecho de manifestación prevalecería siempre y cuando se mantengan las distancias de seguridad y el resto de recomendaciones sanitarias”, pesando además el ya entonces “posible cambio de fase en la provincia de Sevilla y por ello la concurrencia de nuevas flexibilizaciones de las restricciones”.

En cualquier caso, la Subdelegación formula una serie de “observaciones en aras a garantizar el correcto mantenimiento del orden público y la seguridad”, como el uso de mascarillas o una distancia de al menos dos metros de la concentración respecto a “los veladores instalados por los establecimientos hosteleros situados en el lugar de celebración” de la concentración, entre otros aspectos.

25 may 2020

Los ricos: cachorros del franquismo. Poder y dinero

“Somos 400 familias y siempre somos los mismos”

Confesión lúcida de Felix de Millet

Artículo de María Toca para “La Pájara Pinta” sobre la oligarquía del poder franquista que continúa en el poder tras más de 40 años de la muerte del dictador.

fotografía de un campo de concentración/La Pajara Pinta

Nos preguntamos en ocasiones las diferencias entre la derecha española y la europea constatando el abismo democrático que las separa. Vivimos con el lastre de padecer una derecha ultramontana que tiene un discurso similar a lo que se “lleva” en el mundo pero la práctica es diametralmente opuesta. Los tres partidos del arco de la derecha pueden citar a Adam Smith sin temblarles el pulso y sin confesar la vergüenza del desconcimiento de lo que supuso el liberalismo en un mundo que saltó del Medievo a nuevas formas económicas. Bien podría decirse que la derecha española  obvió la asignatura de la creación de la burguesía, dio el salto directo del caciquismo feudal a la era moderna. Sin ir a clase, según una vieja costumbre arraigada en los lideres de esta derecha. Obtener los títulos sin  estudio y por tanto desconociendo los contenidos.  Incluso pueden hasta atreverse a nombrarse  como socialdemocratas que emparejan con formas hijas de la autarquía más correosa.

Corría 1973,  una tímida pareja de recién casadas precisaban de un destino cercano a la tierra gallega, para ello, los padres del chico que tenían una lejana relación con un tío abuelo de don Antonio Barrera de Irimo, a la sazón en ese momento, ministro de Hacienda del gobierno de Carrero Blanco, se endomingaron, con la pareja de jóvenes y portando una colcha de ganchillo confeccionada con mimo por la abuela del muchacho, dos pollos,huevos caseros a discreción y una tarta recién hecha, encaminaron los pasos hacia la vivienda del anciano tío abuelo del ministro. La casa estaba en la parte noble de A Coruña, cercana a la Plaza de María Pita. Techos altos, molduras de escayola grandilocuente, cuadros de antepasado portando sable y condecoración lucían en unas desconchadas paredes. Una criada de uniforme y modales altaneros recibió a la familia peticionaria. La muchacha, hija de otra forma de vida salida  de la emergente burguesía  de los años sesenta con un cierto toque de modernidad, contemplaba perpleja, en la visita guiada por la esposa del propietario de la casa, la habitación que le fue mostrada con toda clase de viandas que portaban peticionarios como ellos. Jamones que pendían del techo, como badajos de campana, largas longanizas ibéricas, paquetes de legumbre fina, cajas y más cajas de  vino formando hileras en sendas alacenas, latas de melocotón en almíbar (muy valoradas entonces) manteles, colchas, con primorosos bordados, sábanas de hilo con iniciales. Cual si de un ajuar de novios se tratara aquella habitación estaba destinada a recibir el óbolo de ese pueblo –como el de la muchacha-  que pide con humildad “¿qué hay de lo mío, don Manolo

Don Manolo Do Rego y Fernández de Córdoba creo que se llamaba el “patrone” galaico proveedor de favores varios.  Se dejaron los obsequios que fueron arrebatados por la señora de la casa con avaricia mal disimulada, se sirvió un café rápido, se escuchó con  impaciencia la petición  y, por supuesto,  del destino del joven de la pareja nunca se supo. Como para destinos de mozalbetes estaba el ministro del gobierno de Carrero que poco después saltó por los aires. La moza recién casada nos cuenta que observó los remiendos de tapetes y el  tono de deslucida apariencia que mostraba la casa. Que fue pero ya no era. Los  señores Do Rego vivían de las apariencias y de la capacidad casi medieval de consecución de favores. El famoso caciquismo gallego en todo su esplendor ¿Solo gallego?

Y es que así era el franquismo. El ¿qué hay de lo mío?  el ingente tejido de favores que los ricos y poderosos atendían (¿atienden?) para que los pobres se alegren de su sumisión. En la Guerra Civil comenzó a  tejerse una maraña de intereses que vamos a intentar desentrañar porque nos explican a las claras el tejido empresarial y aristocrático de la actualidad.

Francisco Franco, al comienzo de la guerra, cobraba una nómina de 50.000 pesetas como Jefe del Estado . En solo cuatro años el Caudillo de las Españas tenía una cuenta corriente de 388 millones de euros de entonces. Cierto es que su mujer, la  catoliquisíma y tacaña doña Carmen Polo -arrasaba por las joyerías, tiendas de ropa, peleterías y cuanto pudiera ansiar, en las ciudades que visitaba, sin pasar por caja, por supuesto, tanto que los propietarios, avisados de la visita, corrían a guardar bajo siete llaves las piezas más codiciadas- como decíamos, doña Carmen, era una de las más ricas herederas del Principado de Asturias. Hizo buena boda Franquito. Aún con todo, la fortuna del Caudillo tenía una procedencia más oscura. Nos lo confirman el dato de que a la muerte de su única hija, Carmen Franco, en 2018, se estimó que había dejado en herencia a sus hijos  de 500 o 600 millones de euros que provenían de lo heredado, a su vez, por ella de su padre: el Generalísmo.

En plena guerra civil, mientras España se desangraba, se realizaron suscripciones populares en las ciudades “liberadas” por los nacionales. Las fortunas del lugar, apoquinaban “voluntariamente” el diezmo. El economista Ángel  Viñas, afirma que de no hacerlo, la posibilidad de que una bala perdida se cebase con el tacaño y yaciera en cuneta por no aportar para la nueva España, era más que factible. Parte de esas dádivas “generosas” fueron desviadas por Franco hacia su cuenta particular del Banco de España de Salamanca. El citado economista  Viñas refiere una anécdota que describe bien el carácter de rapiña del general. El gobierno de Brasil, encabezado por Getúlio Vargas envió un cargamento enorme de café para la zona nacional. Franco lo interceptó confiscándolo para “vendérselo” al Estado ( a fin de  repartirlo a los hambrientos españoles en el escaso racionamiento) consiguiendo una ganancia magra magnifica. Recordemos que esta dádiva se ofrece en plena guerra civil cuando el hambre y la miseria campaban por el territorio español. Puro patriotismo el del Caudillo

Franco recibe ayuda en sus primeros tiempos de las familias importantes españolas. Sabido es que don Juan March financió la travesía desde África hasta la península del avión Dragón Rapide, que trasladó a las tropas que entraron  en el país y al mismo Franco. March se cobró el favor años después con creces. Franco era avaro, pero repartía con largueza a sus fieles, máxime porque no era suyo el patrimonio regalado sino del estado español. En consecuencia de los españoles que se morían de hambre.

El favor alemán de apoyo a las tropas franquistas y sobre todo de la Legión Cóndor que repartió bombas a discreción por el territorio, tuvo un costo de 190 millones de marcos que en 1948 se subrogaron pero que se pagaron con largueza al partido nazi con el regalo a empresas alemanas de más de un 40% de participación en empresas españolas.  En Marruecos, Franco, autoriza la formación de una sociedad alemana para la explotación de los recursos mineros en suelo español. Los alemanes desplegaron sus alas svásticas en Aralar SA de Tolosa, Montes de Galicia SA, Montañas del Sur, que son controladas por el holding Hisma, corporación alemana controlada por la NSDAP  que pone al frente del entramado al empresario alemán Johannes Berhardt, (siniestro personaje que merece una novela de Le CarréBerhardt, ayudó a Franco a invadir la península desde Marruecos tejiendo los hilos del acercamiento al gobierno alemán y al mismo Hitler del generalito español, a quien el Fhürer despreciaba, fue el verdadero artífice de las relaciones germano españolas y del apoyo alemán en la guerra. Todo a cambio del preciado wolframio del que Bernhardt y el gobierno alemán estaban encaprichados.

https://diario16.com/informe-navasques-el-documento-que-prueba-que-franco-dio-refugio-a-jerarcas-nazis-en-espana/ . Como ven, lo dicho en el principio se cumple: Franco devuelve favores a costa del patrimonio español. Los alemanes controlaron después de la guerra  un 75% del capital de Montañas del Sur y de Sierra de Gredos, un 60%. El holding Hisma, a su vez es filial de Sofindus, trust empresarial con un 90% de capital alemán.

https://bit.ly/3eiKxFY

Además del pago a alemanes, Franco debe mucho a las  familias que le apoyaron en su cruzada. A Juan March, se unen, por ejemplo, el empresario José Banús, al que luego promociona y consiente que colonialice Puerto Banús. También el padre de Rodrigo Rato, fundador junto a Millán Astray y Dionisio Ridruejo de Radio Nacional de España, le avala en la multiplicación de su fortuna bastante irregular por cierto, que le llevaría, como a Rodrigo, su hijo, a los tribunales -del franquismo…¡imaginen la catadura del tipo!- Concede prebendas a los fieles con la generosidad de quien da lo que no es suyo.

Hablemos ahora de las empresas que utilizaron mano de obra esclava proveniente de los presos políticos que el franquismo cedía con generosidad a los afines. Al final del artículo pasamos la relación de muchas (no todas) de las beneficiadas de esta mano de obra gratuita y esclava que trabajaba sin protesta horas y horas con esfuerzos inhumanos en donde  muchos dejaron la vida.

El esclavismo franquista tuvo su origen en el siniestro sacerdote José Agustín Pérez del Pulgar que afirmaba: “es justo que los presos contribuyan con su trabajo a la reparación de los daños a los que contribuyeron en la “rebelión marxista” Rebelión la llama, uno de los revelados contra el orden democrático republicano establecido. Conciencia laxa podríamos decir que tenía el pater. Fueron, él,  en sociedad con Cuervo Radigales, quienes idean y coordinan la utilización de presos, primero en la construcción del Valle de los Caídos y luego lo estatalizan de forma global.

Con el nombramiento de Cuervo Radigales como Director General de Prisiones,  Franco premia la idea y la puesta en marcha de todo el entramado del siniestro método de trabajo esclavo de los presos republicanos. Crean el tristemente célebre Patronato de Redención de Penas por Trabajo, conformando todo  un sistema de trabajos forzados que enriquecen a muchos. Al Patronato se suman diversos campos de concentración, junto a los batallones de trabajo que dependían de la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros (ICCP) y Jefatura de Campos de Concentración y Batallones Disciplinarios. Poco tienen que envidiar estos campos a los ideados por los nazis en la Europa ocupada. Las condiciones de vida fueron terribles para los presos, con un trabajo ingente y la precariedad más absoluta en la comida y el descanso. Vivían en barracones insalubres sin medidas de higiene ni de salud.  Cada día se producían bajas en el trabajo, por agotamiento, por hambre o por accidentes ya que no existían medidas de seguridad. Eran meramente “rojos” derrotados de una guerra, solo valían el esfuerzo que su trabajo producía para enriquecer a la oligarquía emergente de la  contienda. Esa oligarquía que también se apropió de las incautaciones realizadas por los vencedores una vez acabada la guerra. Casas, edificios, cuberterías de plata, obras de arte, fincas…Mucho patrimonio de esa tercera España, poco estudiada, que tuvo que huir o calló asesinada por el ideario democrático y republicano.

Damos un salto de años en nuestra historia. Para entender la ideología del partido principal en la oposición, PP. Nos remontaremos a la fundación de dicho partido. Conocemos de sobra a don Manuel Fraga Iribarne como miembro fundador del partido, ministro de Franco, pero olvidamos al resto de los “siete magníficos” (así se les llamó) que fundaron, en comandita, el germen de lo que luego  fue el Partido Popular, en un lavado de cara sutil que  en los albores de la democracia recibió el nombre de Alianza Popular.

La biografía de Manuel Fraga es bien conocida: ministro de Franco, cayó en desgracia frente a la subida emergente de los ministros tecnócratas afines o miembros del Opus Dei,  nombrado embajador en Londres, como castigo. Dimitido Arias Navarro, se pensó en él como futuro presidente del gobierno. Algo hizo que el monarca y los poderes fácticos de entonces, le descartaron de la terna presentada. Tiene en su haber sucesos luctuosos durante la Transición (se hizo famoso por su frase: la calle es mía, que justificaba la violencia y las muertes producidas reprimiendo manifestaciones). Fue el organizador del llamado Referéndum Nacional que apuntaló en  1966 al régimen franquista y a su sucesor Juan Carlos I.https://www.lapajareramagazine.com/historia-de-la-transicion-ni-pacifica-ni-democratica

El resto de los fundadores de Alianza Popular, luego PP, son:

Cruz Martínez Esteruelas: Ministro de Educación durante el franquismo. Delegado Nacional del Movimiento(asesoría jurídica). Secretario General del Movimiento. Ministro de Planificación y Desarrollo durante la dictadura.

Federico Silva Muñoz: Secretario Nacional de Acción Católica. Ministro de Obras Públicas durante la dictadura. Crítico con la Constitución a la que votó no en el Parlamento.

Laureano López Rodó: Miembro numerario del Opus Dei, fue de los impulsores del desarrollismo económico de los años sesenta  como Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Carrero. Durante años se le consideró la “eminencia gris del Gobierno de Carrero no se movía nada sin su aquiescencia…y de la Obra, por supuesto.

Enrique Thomas de Carranza: Director de Radio Nacional de España, Gobernador Civil de Toledo durante la dictadura. Como director de Cultura Popular y Espectáculos fue el encargado de la censura que cometía tropelías a mansalva en la época dictatorial.

Gonzalo Fernandez de la  Mora: digno representante de la oligarquía dictatorial, con teorías eugenésicas sobre la raza con tintes de un racismo exacerbado. Fue ideólogo y Ministro de Obras Públicas durante la dictadura. Un fascista convencido que jamás abjuró ni disimuló su ideología. Anticonstitucionalista convencido, suya es la frase “España no necesita una Constitución porque es un estado bien constituido” Ultraderechista, crítico hacia la Transición y todo lo que se apartaba de la ortodoxia franquista.

Licinio de la Fuente: hijo de un alcalde de la CEDA que sufrió persecución durante la guerra, huyendo junto con la familia a zona nacional. Desde muy joven militó en Falange Española, siendo Gobernador Civil y Jefe Nacional del Movimiento de Cáceres. Hombre de confianza de Franco fue nombrado por él como Ministro de  Trabajo. Se abstuvo en la votación a las Constitución del 78.

Con estos mimbres se fundó el partido que hoy es el Partido Popular. Pero hay más.

De los 16 jueces que conformaban el Tribunal de Orden Público franquista, del que salieron sentencias dramáticas y condenas sin rubor hacia demócratas, 10 ascendieron al Tribunal Surpremo y a la Audiencia Nacional , cuando se suprimió el TOP. En el Tribunal de Orden Público jamás se abrió una causa por lesiones a los detenidos que llegaban allí masacrados por los torturadores como Billy el Niño y tantos otros que se ensañaron con total impunidad. Jamás se depuró a ningún juez integrante del siniestro TOP.

De los últimos 50 ministros de Franco, ninguno fue depurado por la democracia, al contrario, quedaron imbricados en los poderes fácticos, sea económico, legislativo o judicial. Los Consejos de Administración de las grandes empresas están cubiertos por los apellidos de las familias franquistas; también la política. Sirvan como ejemplo los nombres que a continuación citamos.

Martín Villa: ministro de triste recuerdo y luego Consejero de Endesa y Sogecable.

José Vilarasu Salat: asesor y consejero de Franco, fue director general de Teléfonica y tuvo importantes cargos en el  Ministerio de Hacienda.

Juan March: al que hemos citado anteriormente como financiador del viaje de Franco. Se cobró el favor con prebendas económicas que le hicieron ser uno de los importantes prebostes económicos del franquismo cuyos tentáculos llegan hasta hoy.

Antonio Barrera de Irimo: Vicepresidente del Gobierno franquista, fue uno de los firmantes de la condena a muerte de Puig Antich.  En la Transición fue consejero de Teléfonica, Banco Hispano Hipotecario, Hispamer.

Demetrio Carceller: falangista, ministro de Franco. Directivo y fundador de Estrella Damm.

Familia Urquijo: uno de ellos,fue ministro, otro Presidente de Iberdrola.

Podríamos seguir el artículo hasta aburrir  citando  nombres de los   imbricadas en la dictadura que mamaron de las ubres de un dictador mendaz y manilargo que supo repartir prebendas a las familias de la oligarquía española a fin de garantizarse su aquiescencia. No se depuró ningún estamento. No se limpiaron las enormes cloacas de la dictadura, tan solo se conformó un tímido barniz democrático cuando los vientos viraron. Adecentaron la cara pero  ni por formación ni por creencias se convirtieron en demócratas. Hoy siguen dirigiendo la política española  las  familias de la carcunda hispánica que surgieron de la guerra y labraron su poder económico al calor del franquismo. No nos extrañemos que ante un gobierno de tinte  mínimamente social como el que tenemos supuren rabia y salgan de sus madrigueras. Bien estaría que salieran  para reconocerlos y depurarlos al fin, pero mucho nos tememos que  asoman solo los de medio pelo. Los peones de la mafia económica. Los verdaderos esbirros del fascismo siguen detentando el poder en silencio, moviendo los hilos para que nada se mueva en lo que consideran su coto privado. Coto de caza mayor: España. Su España

María Toca©

Les dejo el listado de empresas que utilizaron mano de obra esclava. Los penados eran obligados a trabajar sin paga, sin seguridad, sin higiene y con hambre. La historia de una infamia:

Informe de Represión en la Postguerra.

EMPRESAS QUE SOLICITARON Y LES FUERON CONCEDIDOS PENADOS 
Nombre empresa – Sector – Nº reclusos
Los Certales (Zaragoza) – Fábrica de muebles : 8 reclusos
Múgica, Arellano y Cía. (Pamplona) Metalurgia : 17
Secretaría General Consejo de Estado (Madrid) Organismo oficial : 12
Regiones Devastadas (Teruel) Organismo Oficial 36
Gobierno Civil Málaga Organismo oficial 200
Babock Wilcok (Bilbao) Metalúrgica 168
Prisión P. Córdoba Organismo Oficial 30
Ayuntamiento San Leonardo de Yagüe (Soria) Organismo Oficial 405
La Maquinista Terrestre y Marítima (Barcelona) Metalurgia 12
Compañía Autobuses (Barcelona) Transportes 21
Minas de Sillada (Pontevedra) Minería 100
Minas Julia de Fabero (León) Minería 100
Edifico Sementales (Zaragoza) Organismo oficial 8
Fábrica Militar de Placencia de Armas (Guipuzcoa) Organismo Oficial 25
Minas de Almadén y Arrayanes (Ciudad real) Minería 150
Gobierno Civil Gerona Organismo Oficial 52
Regiones Devastadas Brunete (Madrid) Organismo Oficial 120
Regiones Devastadas Potes (Cantabria) Organismo Oficial 91
Dirección General Prisiones (Madrid) Organismo Oficial 90
Astillero de Cádiz Construcción naval 14
Maestranza de Artillería (Madrid) Ministerio Ejército 4
Experiencias Industriales Aranjuez (Madrid) Metalurgia 40
Zapatero Sr. Díaz (Madrid) Zapatería 1
Parroquia N.S. de la Victoria (Madrid) Iglesia Católica s.d.
Jefatura FET de las JONS Lérida Organismo oficial 25
Religiosas Adoratrices (Valladolid) Iglesia Católica s.d
Casa ROALCO (Madrid) 13
Hospital Militar de Carabanchel (Madrid) Ministerio Ejército 447
Patronato Reformatorio Sagrado Corazón (Madrid) Iglesia Católica 70
CH del Duero Pantano La Muerda (Soria) Organismo Oficial 56
Julio Jiménez Ramírez Jerez de la Frontera (Cádiz) Espartería s.d.
Talleres Mercier (Zaragoza) Metalurgia 9
Talleres Ballod Usón (Zaragoza) 3
Bernardo Nogueruela Caballero (Valladolid) Agricultura 30
Ayuntamiento de Orduña (Vizcaya) Organismo Oficial 12
Consejo Superior de Protección de Menores (Madrid) Organismo Oficial 51
Duro Felguera (Asturias) Minería 160
Fundación Elorz (Madrid) Institución Benéfica 4
Regiones Devastadas Organismo Oficial 80
Inspección Sanidad Cuéllar (Segovia) Organismo Oficial 2
Prisión Barbastro (Huesca) Organismo Oficial 13
Fábrica Nacional de Armas de Trubia (Asturias) Ministerio Ejército 45
Fábrica Nacional de Artillería de Sevilla Ministerio del Ejército 32
CH del Duero (Pantano Cuerda del Pozo, Soria) Organismo oficial 15
Antonio Herraiz, Madrid Fábrica de muebles 18
Esperanza y Compañía Madrid Mecánica de precisión 4
Sindicato Nacional del Espectáculo Organismo oficial 1
La Torrassa (Barcelona) Fabrica de cristal s.d.
Niños Desamparados (Valladolid) Iglesia Católica 10
María Cristina Lauffer Tapia Fábrica de guantes 1
Minera Industrial Pirenaica, minas Malpax (Lérida) Minería 50
C. Descalzas Franciscanas de Aranjuez (Madrid) Iglesia Católica 2
Domingo López (Madrid) Fabrica muebles oficina s.d.
Cándido Olazarán Orduña (Guipuzcoa) Fábrica alpargatas 1
Dirección General de Prisiones, Prisión Calzada de Oropesa (Toledo) Organismo Oficial 50
Sociedad Constructora Ferroviaria Construcción s.d.
C. Franciscanas de Santa Úrsula de Alcalá H(Madrid) Iglesia Católica 21
Servicio Militar de Puentes y Caminos de Cataluña Ministerio del Ejército 60
Obispado de Vich Iglesia Católica 18
José Alarcón Palacios, Hellín (Albacete) Harinera 1
Academia de Caballería (Valladolid) Ministerio del Ejército 47
Gobierno Civil de Barcelona Organismo Oficial 600
Guillermo Morante Gelabert (Palma de Mallorca) Constructora 6
R. Colegio de las Escuelas Pías de San Antonio Abad Iglesia Católica 5
Dirección General de Registros y Notariado Organismo oficial 4
Matías Álvarez Merino Burgos Fábrica de muebles s.d.
Carbones Asturianos (Oviedo) Minería 100
Agustinas Convento de las Madres Petras (Cuenca) Iglesia Católica 16
García Hermanos (Madrid9 s.d. 1
Compañía de FF. de Medina del Campo a Zamora Ferrocarriles 150
Gobierno Civil Lérida Organismo Oficial 100
Compañía del Metro de Madrid Ferrocarriles 6
Compañía M.Z.A Ferrocarriles s.d.
Minera Estaño Silleda (Orense) Minería 62
Fundación Generalísimo Franco (Madrid) Organismo Oficial 122
Empresa Industrial Seb Canal de Manlleu (Barcelona) Constructora 100
Dirección General de Turismo Organismo Oficial 8
Sociedad J y E Segura Constructora 150
Franciscanos (Valladolid) Iglesia Católica 6
CO y Fortificaciones de Ingenieros Getafe (Madrid) Ministerio Ejército 20
Parque Móvil Ministerial Organismo Oficial 14
Industrias Egaña Motico (Vizcaya) Metalurgia S.d
Esperanza S.A. Marquina (Vizcaya) Maquinaria 4
Comandancia Militar de Ceuta Ministerio del Ejército s.d.
Ayuntamiento Ocaña (Toledo) Organismo Oficial 25
Delegado Especial del Gobierno para Santander Organismo Oficial 322
José Costa Torres (Ibiza) Agricultura 30
Soc. Ibérica de Construcciones y Obras Públicas Constructura 6
Parroquia de Totana (Murcia) Iglesia Católica 3

Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas Organismo Oficial 617 
Fuente: Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares), Ministerio de Justicia.

23 may 2020

Caye Borroka




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21 may 2020

Impunidad policial: Los otros Billy el Niño

Artículo original en catalán publicado en CRITIC

Once policías franquistas acusados de torturas han hecho carrera en democracia y conocieron ascensos y recibieron condecoraciones durante los gobiernos de la UCD y del PSOE.

Viento Sur/Laura Aznar (con el asesoramiento de David Ballester)

https://vientosur.info/spip.php?article15965

El final de la dictadura no implicó la depuración total de la policía franquista. Así lo han denunciado entidades de memoria histórica, familiares de las víctimas y partidos de izquierda. Uno de los casos más icónicos del vínculo entre la policía y la represión de la dictadura es el de Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, policía acusado de decenas de casos de torturas. Murió el jueves 7 de mayo, por coronavirus, en la cama y sin que ningún gobierno le retirara las medallas y los homenajes policiales. Sin embargo, su caso no es una excepción. Crític repasa aquí el historial de 11 policías acusados de torturas durante el franquismo, pero que hicieron carrera en democracia y conocieron ascensos y recibieron condecoraciones durante los gobiernos de la UCD y del PSOE.

En el libro Corre, democràcia, corre, el historiador David Ballester sigue el hilo conductor entre la policía franquista y la democrática, poniendo de manifiesto la continuidad de las prácticas y las maneras de hacer. En la actualidad, el mismo autor trabaja en un estudio monográfico en el que recopila en detalle los casos más relevantes de agentes del franquismo, acusados de torturas, que hicieron carrera y fueron ascendidos por los gobiernos de la UCD y del PSOE. Crític publica en este artículo los datos recogidos por Ballester, centrándose en 11 Billy el Niño más, la mayor parte de los cuales desarrollaron su actividad en Catalunya durante los años sesenta y setenta.

Estos son los policías impunes de la dictadura.

Antonio Garrido Fernández, acusado de practicar torturas contra militantes comunistas

Antonio Garrido Fernández tuvo una dilatada trayectoria policial bajo la sombra de Felipe González. En 1979, ya en periodo democrático, obtuvo el grado de comisario y poco después, en 1982, el gobierno socialista lo nombraría jefe superior de Policía de Madrid. Cinco años más tarde ascendería a jefe de seguridad del Banco de España, cargo que ejerció hasta su jubilación. Su hoja de servicios, sin embargo, recoge algunos episodios oscuros. En 1994, siendo presidente del Sindicato de Comisarios, envió una carta al ministro del Interior del PSOE, José Luis Corcuera, en relación con la muerte en dependencias policiales de Xabier Galparsoro y Miren Gurutze Iantzi, dos presuntos miembros de ETA. Galparsoro fue arrojado por una ventana de la prefectura de policía de Bilbao, mientras que Iantzi murió, según la autopsia, a causa de una insuficiencia respiratoria. El comisario se ofreció a colaborar en el esclarecimiento y la sanción, si era necesario, de unas conductas que excepcionalmente no se habrían adecuado a la trayectoria democrática y de respeto de la legalidad que “profesaban la mayoría de los miembros de la policía”.

Garrido había ingresado en la policía en 1964 y, a principios de la década de 1970 desempeñó un papel destacado en las filas de la Brigada Político-Social de Asturies. Se infiltró en organizaciones de izquierda como la UGT y el PSOE y contribuyó de modo importante a la desarticulación de grupúsculos de organizaciones antifranquistas en Asturies, Barcelona y Madrid. En 1973 dirigió el operativo que culminaría con las detenciones de Santiago Ibáñez y Carmen Masip Hidalgo, militantes del Partido Comunista Internacional, torturados también en dependencias policiales. Según explicaba Ibáñez a la revista asturiana Atlántica XXII, Garrido “era el jefe” y, pese a ejercer de poli bueno, lo colocó desnudo sobre una mesa y con luz durante las 24 horas. “Aquel día nevaba y me mantuvo desnudo sobre una plancha fría; después me amenazó. A mí me asestó un golpe en el costado y amenazaba a Carmen con hacerla abortar.”

En 2009, la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil reconoció la trayectoria profesional de Antonio Garrido, distinguiendo su cargo con el adjetivo honorario y otorgándole un título, un distintivo y un diploma. Entre sus méritos, los cuerpos policiales destacaron el hecho de que Garrido no tenía en su expediente “ninguna nota desfavorable que afecte al prestigio de la corporación”.

Jesús Martínez Torres, uno de los hombres de Billy el Niño, condecorado por el PSOE y comisario de honor del CNP

Jesús Martínez Torres fue uno de los hombres de Billy el Niño en la Brigada Político – Social, con quien montó una empresa de seguridad dedicada a servicios de prevención de atentados y secuestros cuando se jubiló. Durante las primeras semanas del gobierno socialista presidido por Felipe González, fue nombrado comisario general de Información del Ministerio del Interior. Militantes antifranquistas que habían sido víctimas de sus torturas criticaron activamente su promoción, pero el ministro José Barrionuevo rechazó sus argumentos y dio por válidos los informes policiales procedentes de la extinta Brigada Político – Social, que, lógicamente, no documentaban estas prácticas.

En 1985, 12 miembros de organizaciones de izquierda publicaron una carta notarial dirigida al presidente Felipe González, en la que daban fe de las torturas infligidas por Martínez Torres, quien entonces era inspector y había sido jefe del Grupo Comunista de la Brigada Político – Social entre 1971 y 1975, y al que describían como “un sádico de patillas largas y zapatos de tacón ancho”. En la misiva hacían referencia a “las vejaciones, golpes y torturas” a que sometió a sus víctimas. Paralelamente, apareció en la prensa el relato de otros testimonios de las actuaciones del policía, como los de Mikel Azkue Gabilondo o Manuel Lucas de Pedro. Ambos tenían 21 años en 1971 y estudiaban Medicina. En la edición de El País del 3 de marzo de 1985, Azkue explicaba que Martínez Torres dirigió en su caso 16 días de interrogatorios, y que “no pegaba por pegar, sino para obtener información”. Su relato coincidía con el de David Ubico Soler, quien entonces tenía 24 años y militaba en el Partido de los Trabajadores: “No era de los que más pegaban, sino de los que dirigían y coordinaban los interrogatorios en las diferentes habitaciones y, por ejemplo, te hacía escuchar cómo gritaba el compañero de la habitación de al lado”, recordaba.

Martínez Torres ingresó en la policía a los 23 años. Ejerció en Barcelona como jefe del Grupo PCE – PSUC de la Brigada Político – Social y después se trasladó a Zaragoza, donde desempeñó sus funciones hasta 1975. En 1982 fue ascendido a comisario general de Información y, en 1988, el ministro del Interior, José Barrionuevo, le concedió la Medalla de Oro al Mérito Policial, la máxima distinción, por los méritos obtenidos en la lucha antiterrorista, en la cual había demostrado una “entrega total sin escatimar esfuerzos”, y por sus “servicios extraordinarios a favor del orden público”.

A pesar de este reconocimiento, se relacionó a Martínez Torres con un escándalo de espionaje policial contra partidos políticos y fue inculpado en el sumario de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) como superior jerárquico de los policías José Amedo y Michel Domínguez, pero el juez lo absolvió. Amedo y Domínguez fueron condenados en 1991 por la Audiencia Nacional a penas de 108 años de prisión por inducir a la comisión de seis asesinatos frustrados y por otros delitos que habían cometido mercenarios contratados por ambos contra miembros y simpatizantes de ETA. En cambio, fueron absueltos de los delitos de pertenencia a banda armada, malversación de fondos, tenencia de explosivos y del asesinato consumado de Juan Carlos García Goena, en un atentado que llevaron a cabo en 1987 en Hendaia (Francia). García Goena fue la última víctima de la guerra sucia de los GAL contra ETA.

En 2013, Jesús Martínez Torres fue reconocido comisario de honor del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), pero la oscura trayectoria del policía distinguido lo ha convertido en uno de los imputados en la querella argentina contra los crímenes del franquismo.

Genuino Navales García, El Muñecas

Según relata el historiador David Ballester en el libro Corre, democràcia, corre, las víctimas de Navales lo llamaban El Muñecas, ya que tenía “una predilección especial” por una tortura consistente en apretar las esposas hasta el punto de que al detenido le sangraran las muñecas. También practicaba la cigüeña, que consistía en obligar al detenido a agacharse, a menudo desnudo y con las manos esposadas detrás de las rodillas, hasta que se desplomaba, momento en el que recibía golpes y patadas.

En 1979, el gobierno de UCD intentó nombrarlo jefe superior de Policía de Barcelona, cuando ejercía este cargo en Granada. Le precedía una dilatada trayectoria en la Brigada Político – Social, también en la capital catalana, donde había sido inspector jefe entre 1966 y 1976. Cuando se hizo pública la noticia, sectores procedentes de la lucha antifranquista –especialmente de Comisiones Obreras– enviaron un telegrama al ministro del Interior, Ibáñez Freire, en el que le recordaban que Navales se había caracterizado por su represión contra la lucha por la democracia y que había sido “copartícipe” o “responsable directo de innumerables detenciones, torturas y vejaciones contra trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general”. Ante las protestas que motivó su nombramiento, finalmente el policía no volvió a la prefectura barcelonesa, sino que fue destinado a Zaragoza. Tomó posesión del cargo coincidiendo con la firma de la Convención Europea de Derechos Humanos por parte de Juan Carlos I.

Atilano del Valle Oter, imputado en la querella argentina por lanzar a un detenido por la ventana

Destinado a Barcelona como inspector de la Brigada Político – Social, en 1971 detuvo al militante del Partido Comunista de España (Internacional) –PCE(i)– Miguel Jiménez Hinojosa, de 23 años, que en el transcurso del arresto recibió un tiro en el hígado y lo lanzaron por la ventana de un segundo piso. A pesar de la gravedad de las lesiones (fractura de la base del cráneo, conmoción cerebral y rotura hepática), el joven sobrevivió y, en 1972, un consejo de guerra lo condenaría a 16 años de prisión por insultos a las Fuerzas Armadas y asociación ilícita. Por este caso, el inspector Del Valle fue imputado por torturas en la querella argentina contra los crímenes del franquismo, pero murió en 2014, a los 85 años.

Paradójicamente, en 1975, el ministro de Gobernación, José García Hernández, le concedió la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo por haber resultado herido (padeció “pinchazos y cortes en una mano”) durante la detención de Jiménez Hinojosa. Esta condecoración, que comportaba un aumento salarial anual de aproximadamente 150.000 pesetas, no le fue retirada cuando, un año después, fue condenado por infligir lesiones a dos detenidos más. Según recordaba la revista Interviú en noviembre de 2014, por aquellos hechos únicamente fue penalizado con 24 días de arresto menor y una multa de 7.500 pesetas. También en 1976 tuvo una nueva condena de cuatro días de arresto y 2.000 pesetas de multa por lesiones a una detenida, Mercedes Muñoz Pons. Según el médico forense, Muñoz Pons presentaba “hematomas en los ojos, los brazos, las muñecas y la pierna izquierda a causa de las contusiones realizadas con un objeto y de los golpes continuados”.

Francisco Álvarez Sánchez, organizador de los GAL y de la guerra sucia contra ETA

Ingresó en la policía en 1966 y acumuló una larga trayectoria profesional, tanto en el ámbito policial como en el empresarial. En 1983 fue jefe del Mando Único Antiterrorista y fue imputado como supuesto organizador de los GAL. Se le considera el cerebro que orquestó la guerra sucia contra ETA y uno de los responsables del secuestro de Segundo Marey. En diciembre de 1983, tres mercenarios contratados con fondos reservados del Ministerio del Interior secuestraron a Marey, un vendedor de muebles de oficina, a quien confundieron con el dirigente de ETA Mikel Lujua. El objetivo era presionar a las autoridades francesas para que liberaran a cuatro policías que habían sido detenidos cuando intentaban secuestrar a otro supuesto miembro de ETA. Francisco Álvarez consiguió su liberación con el compromiso de que los cuatro acudirían ante la justicia francesa cuando fueran reclamados, una promesa que incumplió. En 1998 fue condenado por el Tribunal Supremo a nueve años y medio de prisión, en una sentencia que también incluía a expolicías y altos cargos políticos como el ministro José Barrionuevo, que tan solo estaría tres meses privado de libertad.

En 1986, Álvarez se trasladó a Barcelona y fundó las empresas MITSA y Check-In, a partir de las cuales, según la edición de El País del 20 de junio de 1995, actuaba “como brazo armado para los asuntos de seguridad e información del que fuera hombre de KIO –Javier de la Rosa–, que, a su vez, aportaba el flujo financiero para sostener las operaciones”. El excomisario también estuvo involucrado en la trama de las escuchas ilegales a Javier de Godó, editor y presidente de La Vanguardia, y a exdirectivos de este medio. Para esclarecer los hechos, la investigación policial se centró en diversas empresas, entre ellas Check-In.

Benjamín Solsona, El Galleta

En diciembre de 2018, el Juzgado de Instrucción núm. 1 de València admitió a trámite una querella criminal por un delito de torturas cometido en 1971 por diversos policías adscritos a la Brigada Político – Social de la capital valenciana. Se trata de la primera querella en que se imputa un delito de torturas en un contexto de crímenes contra la humanidad que sale adelante en un juzgado del Estado español, e investiga las actuaciones de Benjamín Solsona, Manuel Ballesteros y Jacinto López Acosta.

Con el seudónimo de El Galleta era conocido Benjamín Solsona, quien asumió cargos de responsabilidad durante el periodo democrático. En 1971, durante el estado de excepción motivado por el Proceso de Burgos –en el que un consejo de guerra juzgó a 16 acusados de pertenecer a ETA–, 15 personas vinculadas al Partit Comunista del País Valencià fueron detenidas y torturadas durante su estancia en la comisaría. Juan José López Hernando y Francisco Camarasa Yáñez eran dos de los torturados por Solsona, motivo por el cual la jueza María Servini lo incluyó en la querella argentina. Ambos estuvieron 19 días incomunicados. Según el relato de López Hernando y Camarasa Yáñez, el policía les golpeó en la cabeza y el resto del cuerpo, les dio patadas en los testículos, empujones, los sumergió en agua y profirió amenazas contra ellos y sus familias. La jueza advierte que los hechos imputados a Solsona “resultan sancionables con penas de 8 a 25 años de prisión”.

Otra de sus víctimas, José Luis Monzón, afirmó en su declaración judicial que el policía le golpeó la cabeza contra la pared en diversas ocasiones y que le practicó la tortura del pato, haciéndole caminar en esta postura durante tres horas por los pasillos de la prefectura. Sin embargo, a pesar de las torturas que cometió, El Galleta fue ascendido a comisario y, en 1980, sería nombrado jefe superior de la policía española en Bilbao, cargo que ejercería durante tres años en el País Vasco, y hasta 1988 en las islas Baleares.

Manuel Ballesteros, el torturador de las corrientes eléctricas

Fue uno de los policías procedentes de la Brigada Político – Social que adquirirían más relevancia bajo gobiernos democráticos. En 1968 participó en la detención y posterior tortura de 36 militantes antifranquistas, entre ellos el dirigente comunista Antonio Palomares, que recibió palizas y que fue sometido en diversas ocasiones al tostador, “un somier metálico conectado a corrientes eléctricas”. A causa de las torturas de Ballesteros, Palomares acabó con tres vértebras soldadas, el diafragma deformado y el ritmo respiratorio alterado. Posteriormente, el policía fue denunciado por tres estudiantes, en el mismo caso que Solsona y López Acosta, por asestarles puñetazos al vientre y los testículos.

En 1974, Ballesteros ejerció de comisario jefe en San Sebastián y poco después fue nombrado jefe superior de policía en la Coruña y Bilbao. En mayo de 1979 sustituyó a Roberto Conesa al frente de la Comisaría General de Información, un hecho que motivó las quejas de Antonio Palomares, que entonces era diputado al Congreso.

A comienzos de la década del 1980 se vio afectado por la muerte del presunto militante de ETA, Joseba Arregi, en comisaría. La autopsia de Arregi confirmó “la existencia de violencia física” en su cuerpo, que presentaba hematomas, erosiones y quemaduras en los dos pies. La causa de su muerte fue “un fallo respiratorio originado por un proceso broncopulmonar”. Ballesteros dimitió cuando cinco de sus agentes fueron procesados por este caso. No obstante, ese mismo año el gobierno de la UCD lo nombró jefe del Mando Unificado de Lucha Antiterrorista.

El policía sería procesado, en 1982, por el ametrallamiento del bar Hendayais, en Francia, en el marco de la guerra sucia contra ETA. La Audiencia de Bilbao lo condenó dos veces por ordenar la huida a Francia de tres personas que dijeron ser confidentes de la policía, y que eran sospechosas de hacer cometido el atentado. Sin embargo, el Tribunal Supremo absolvió a Ballesteros en ambas ocasiones: primero, alegando que el comisario había actuado “sin malicia” y después, arguyendo que su infracción era administrativa y no penal. El PSOE lo destituyó de su cargo cuando llegó al poder, pero el ministro José Barrionuevo lo recuperaría como jefe de Operaciones Especiales y como director del Gabinete de Información del Ministerio del Interior. Esta última misión la desempeñó de 1987 a 1994.

José María Escudero Tejeda, artífice del atentado contra la sala Scala

En 1945 ingresó en la Brigada Político-Social de Madrid y, junto con el inspector González Pacheco (Billy el Niño), formó parte del equipo de máxima confianza del comisario Roberto Conesa, antecesor de Manuel Ballesteros al frente de la lucha antiterrorista. Al comienzo de la década de 1970 trabajó en los llamados Grupos de Acción del Norte hasta que Conesa lo nombró jefe del Grupo Anarquista durante la Transición, para llevar a cabo actuaciones contra este colectivo en Barcelona. Más tarde sería ascendido a responsable de la Central de Información.

La trayectoria del policía no está exenta de polémica, particularmente por su relación con el caso Scala. El confidente policial Joaquín Gambín le acusó de haberle ordenado participar como infiltrado en el atentado contra la sala de fiestas barcelonesa Scala, en enero de 1978, en el cual murieron cuatro trabajadores. Cuando se jubiló Conesa, Escudero Tejeda pasó a dirigir el Grupo Policial del Banco de España y, después, fue nombrado jefe de la Brigada Regional de Información en Barcelona.

Francisco Luis Colino Hernanz, Celso Galván Abascal y Jesús Simón, los tres policías del caso Ruano

Enrique Ruano Casanova fue detenido el 17 de enero de 1969, a los 21 años de edad. Militante del Frente de Liberación Popular (FLP), le acusaron de pertenecer al Partido Comunista Revolucionario (PCR) y, después de tres días retenido en la Dirección General de Seguridad, el 20 de enero lo trasladaron a su piso para efectuar un registro. Según las declaraciones de la policía, cuando le quitaron las esposas para que firmara el acta, Ruano empujó a uno de los funcionarios y saltó por una de las ventanas del domicilio, que estaba en la séptima planta, y murió en el acto. La familia no pudo ver nunca el cuerpo del joven y tampoco se publicó jamás el resultado de la autopsia, pero algunos medios de comunicación difundieron ampliamente la versión oficial, que apuntaba a un suicidio.

La muerte de Ruano provocó huelgas en casi todas las universidades del Estado y movilizaciones en diversas ciudades, motivo por el cual el gobierno español, con Manuel Fraga y Luis Carrero Blanco al frente, declaró el estado de excepción en todo el país. Determinada prensa y las organizaciones clandestinas se hicieron eco de las reivindicaciones estudiantiles y el diario Mundo Obrero, del PCE, publicó que el joven había sido asesinado por la policía. Sin embargo, hasta 1996, 27 años después, la familia de Ruano no consiguió que los tres policías que habían participado en su detención, Francisco Colino, Celso Galván y Jesús Simón, fueran procesados en un juicio con numerosas irregularidades. A pesar de que la defensa consiguió demostrar que la versión del suicidio no era cierta, los acusados fueron absueltos por falta de pruebas. Los tres policías siguieron ejerciendo su profesión durante el periodo democrático, pero, a causa de la gravedad de los hechos, el caso Ruano se incluyó en la querella argentina contra los crímenes del franquismo.

José Matute Fernández, torturador amnistiado

José Matute Fernández fue el jefe de la Brigada Político – Social de Tenerife y responsable de diversos episodios de palizas contra trabajadores y estudiantes. Fue objeto de numerosas denuncias por malos tratos que nunca salieron adelante, pese a que en 1975, a causa de las “torturas ocasionadas al estudiante Julio Manuel Trillo”, fue condenado a cinco meses de arresto mayor y a seis años de destierro de Santa Cruz de Tenerife por los delitos de lesiones y coacciones con el agravante de abuso de autoridad. Ese mismo año causó la muerte de Antonio González, de quien sospechaba erróneamente que tenía explosivos, durante un interrogatorio. Por este caso fue condenado y posteriormente amnistiado.

En el sumario del caso de Antonio González, el juez relató que el inspector Matute “le golpeó en el cuello repetidamente con la mano abierta, le propinó golpes con la rodilla en el estómago, lo arrinconó contra la pared y, una vez (González) se hallaba sobre el suelo en posición de decúbito supino, (Matute) se dejó caer de rodillas sobre su caja torácica y la boca del estómago”. Según reveló la autopsia de la víctima, esto le ocasionó fracturas en las costillas y el esternón, una hemorragia y múltiples lesiones, así como un esguince en el hígado y hematomas, “llegando a la columna vertebral, donde se produjo una ligera infiltración sanguínea” que le causó la muerte. Paradójicamente, cinco años después de estos hechos, el policía fue destinado a la Inspección Central de Guardia de la Dirección General de Seguridad, con funciones que incluían “velar por la integridad física de los detenidos y evitar que fueran objeto de malos tratos”.

El comisario Matute culminaría su trayectoria reapareciendo en la prensa a finales de los años ochenta, cuando tuvo que declarar ante el juez por haber agredido a un policía.

Carlos Castillo Quero y el montaje policial del caso Almería

Carlos Castillo Quero, teniente coronel de la Guardia Civil, fue uno de los policías responsables de la muerte de tres jóvenes cántabros en el llamado caso Almería. Los hechos ocurrieron el 10 de mayo de 1981 en Roquetas de Mar, donde Juan Mañas Morales, Luis Montero García y Luis Cobo Mier celebraban la comunión de un familiar del primero. Los tres fueron confundidos con miembros de un comando de ETA que, supuestamente, huían después de haber perpetrado un atentado en Madrid unos días antes.

Los cadáveres calcinados de Mañas, Montero y Cobo aparecieron en el interior de un Ford Fiesta en un barranco de la carretera de Gérgal. En la comparecencia sobre los hechos que realizó el ministro de Interior de la UCD, Juan José Rosón, este explicó que, según los informes de la Guardia Civil, los detenidos se contradijeron en algunas de sus declaraciones y que en el reconocimiento del automóvil en que viajaban se habían hallado dos pistolas. La versión oficial mantenía que existía el convencimiento de que los jóvenes eran activistas de ETA y de que se ordenó su traslado a Madrid, pero que, en el transcurso del viaje, los agentes observaron cómo el vehículo en que se encontraban los detenidos, conducido por un policía, hizo un giro extraño, y que tanto el conductor como otro agente salieron despedidos al exterior.

Siempre de acuerdo con esta versión, Castillo Quero, quien estaba al frente de la operación, consideró que la acción era un intento de fuga y ordenó disparar a las ruedas del coche para detenerlo, pero el vehículo cayó por un barranco y se incendió, cosa que impidió el rescate de los detenidos debido al riesgo de explosión. Pese a que el gobierno español calificó los hechos de un “trágico error”, la oposición consideró que se trataba de un encubrimiento del crimen que habían perpetrado los miembros de la Guardia Civil. El caso llegó a los tribunales, pero solo fueron procesados 3 de los 11 guardias que estuvieron presentes. No se halló ningún impacto de bala en las ruedas del automóvil, pero sí en las cabezas de los jóvenes asesinados.

A pesar de la estrategia coordinada entre el fiscal y la defensa de los policías, finalmente Castillo Quero fue condenado por los hechos a 24 años de prisión; el teniente Manuel Gómez Torres, a 15 años, y el guardia Manuel Fernández Llamas, a 12 años. De todos modos, los tres salieron en libertad con bastante antelación por buen comportamiento y recibieron un salario de varios millones de pesetas con cargo a los fondos reservados del Ministerio del Interior. Estos pagos acabarían efectuándose por parte del primer gobierno del PSOE con el argumento de que había asumido un compromiso heredado del ejecutivo anterior de la UCD.

07/05/2020

https://www.elcritic.cat/reportatges/els-altres-billy-el-nino-51706

Traducción: viento sur

19 may 2020

Ante la propuesta de los partidos del Gobierno sobre Billy el Niño

Comunicado de CeAqua

Ante la Proposición no de Ley presentada conjuntamente en el día de hoy, 18 de mayo de 2020, por el Grupo parlamentario Socialista y Unidas Podemos, relativa a la retirada de condecoraciones a funcionarios y autoridades franquistas, incluidas las que ostentaba Antonio González Pacheco (alias Billy el Niño), desde la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), si bien, como es obvio, nos posicionamos a favor de que todas las condecoraciones y distinciones sean retiradas a
criminales que formaron parte del aparato represivo de la dictadura, queremos efectuar las siguientes consideraciones:


1º.- Resulta insólito que los dos grupos parlamentarios que sustentan y conforman el actual Gobierno le pidan a éste que adopte una serie de medidas, sin concretar y sin especificar, para que proceda a la retirada de las menciones y condecoraciones.
2º.- La iniciativa presentada carece de carácter legislativo, puesto que una
Proposición no de Ley es una mera declaración de intención política que introducirá un debate en el Congreso de los Diputados sin un horizonte temporal claro y que a estas alturas resulta estéril, inefectivo y extemporáneo.
3º.- Como en la propia Exposición de Motivos de la Proposición no de Ley se
indica, esta cuestión ya ha sido debatida en el ámbito del Congreso de los Diputados en diferentes momentos, en reiteradas ocasiones y el posicionamiento de los diferentes grupos parlamentarios está bastante definido.
4º.- Si se pretende introducir un debate en el ámbito del Parlamento se debe efectuar una vez presentadas y registradas las correspondientes medidas de carácter legislativo concretas, precisas y efectivas para proceder a la retirada de las medallas y condecoraciones de los represores franquistas.
5º.- En cualquier caso recordaremos una vez más que la retirada de distinciones y condecoraciones a los criminales franquistas que formaron parte del aparato represivo debe ser el corolario respecto a la investigación y enjuiciamiento de los crímenes contra la humanidad cometidos durante el citado período dictatorial y la subsiguiente transición política.
6º.- Debemos recordar que son más de cincuenta querellas criminales las
presentadas contra torturadores franquistas ante los Juzgados y Tribunales españoles habiendo sido todas ellas inadmitidas a trámite, esto es, rechazadas. Algunas de esas querellas estaban dirigidas contra Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño.

Ante la comisión de crímenes contra la humanidad y la gravísima y vergonzosa situación de impunidad mantenida por el Estado español, las fuerzas parlamentarias que sustentan el Gobierno se limitan a presentar una Proposición no de Ley para retirar medallas y condecoraciones a funcionarios y autoridades que estaban integrados en el aparato represivo de la dictadura cuando persisten políticas que impiden la investigación y
enjuiciamiento de dichos crímenes en el orden jurisdiccional penal.
Desde CEAQUA queremos expresar nuestra disconformidad ante una medida efectista, que no efectiva, e instamos a la totalidad de los grupos parlamentarios a impulsar medidas legislativas que reviertan las políticas de impunidad mantenidas hasta la fecha, entre otras, la modificación/derogación de la Ley de Amnistía, la incorporación del
principio de legalidad internacional a nuestro ordenamiento jurídico interno ó la reforma de la Ley de Tratados y otros Acuerdos Internacionales de 2014.

Además, exigimos al Gobierno de coalición que declare la nulidad de pleno
derecho del Acuerdo del Consejo de Ministros de 13 de marzo de 2015 por el que se denegó la extradición de la mayoría de los imputados en la querella argentina, y que inste a la Fiscalía General del Estado a dejar sin efecto la Instrucción ó Circular de fecha 30 de septiembre de 2016 a fin de que desde dicho operador jurídico se impulse la investigación
de los crímenes internacionales cometidos durante la dictadura franquista.

Llegamos tarde, pero con este tipo de iniciativas, mucho más y mientras tanto los victimarios fallecen y, lo que es más triste y frustrante, nuestros compañeros también.

PSOE y Podemos mueven ficha para retirar las medallas a ‘Billy el Niño’ a título póstumo

https://www.elperiodico.com/es/politica/20200518/psoe-podemos-retirada-medallas-billy-el-nino-7965895

18 may 2020

México se interesa por los bebés robados en España

La compañera de CeAqua, Soledad Luque, intervino en el programa de Raíces Nómadas hablando de la situación de denuncia del robo de bebés.

En esta emisión hablamos sobre los procesos de organización, búsqueda de la verdad y lucha por la justicia de madres y padres que han perdido sus hijos en el marco de “políticas de silencio, crímenes de estado y control social”. Desde las voces de Felipe de la Cruz, uno de los voceros del colectivo por los 43 de Ayotzinapa en México, Jackeline Castillo de la Fundación MAFAPO: Madres de los Falsos Positivos en Colombia y Soledad Luque con el caso del drama de los bebés robados en España.

Raíces Nómadas

Honramos las resistencias y búsquedas que madres y padres hacen alrededor de la justicia, la equidad, la verdad y la reparación en el mundo.

Les invitamos a honrar el día de las madres desde el reconocimiento a ellos en su ardua tarea por la restitución, garantía y exigibilidad del acceso a condiciones dignas de vida y de búsqueda de la verdad y justicia alrededor de la desaparición sistemática de jóvenes en particular, en diversos países del continente americano.

Podéis escuchar el programa en el enlace :

https://www.ivoox.com/hijos-desaparecidos-lo-tienen-comun-los-audios-mp3_rf_51117396_1.html

La intervención sobre bebés robados en España comienza en el minuto 16 hasta el 39 de nuestra compañera Soledad Luque

Tras la muerte del torturador: de la anécdota a la categoría

El Salto/Alkimia

Artículo en el blog Alkimia de El Salto donde se reflexiona por las víctimas de torturas durante el franquismo sobre la impunidad con la que ha muerto “Billy el Niño”

https://www.elsaltodiario.com/alkimia/tras-la-muerte-del-torturador-de-la-anecdota-a-la-categoria

“La muerte del torturador González Pacheco sin haber sido juzgado, con sus medallas y privilegios intactos, es una vergüenza para la democracia…”. Esta frase o parecidas se han repetido en días pasados desde que el 7 de mayo falleciera por enfermedad ese torturador, conocido como Billy el Niño. Si la citamos es por quien la ha pronunciado, en concreto un vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que la completaba añadiendo: “y también para nosotros como Gobierno”.

Billy el niño
Luis Suárez- Carreño, miembro de La Comuna, presenta la querella contra Billy el Niño. DAVID F. SABADELL

LA COMUNAPERSONAS PRESAS Y REPRESALIADAS DEL FRANQUISMO

Pasados unos días y sobrepuestas sus víctimas del primer impacto frustrante, queremos compartir algunas ideas que el fallecimiento de González Pacheco, arropado hasta la tumba por la impunidad, nos suscita.

No es preciso insistir en la humillación que para las víctimas, pero también para todas las personas de convicciones demócratas, supone que un presunto culpable de crímenes que por ser de lesa humanidad no prescriben ni pueden ser amnistiados -como son los crímenes de torturas bajo un régimen totalitario- se haya paseado en plena libertad durante años, a pesar de los centenares de testimonios y casos abiertos contra él. Y de que haya gozado, además, durante tantos años de privilegios otorgados por el Estado –muchos ya bajo la democracia-, en forma de condecoraciones y beneficios económicos asociados.

Escándalo social vs pasividad institucional

Todo esto se ha repetido bastante en los medios estos días; en ese sentido, no puede dejar de sorprender el contraste entre el unánime escándalo social frente al caso Billy el Niño, incluyendo altas instancias del Gobierno –ver la frase al principio del vicepresidente-, y la recalcitrante impotencia de las instituciones para impartir justicia, aunque fuera mínimamente –en concreto, la retirada de condecoraciones.

Este cisma entre rasgadura de vestiduras moral e inmovilidad institucional es una de las paradojas de nuestro estado de derecho. Una discrepancia entre lo que entendemos como el derecho y el deber de justicia, y la situación que nos ofrece la realidad de falta de acceso a la misma, que no puede sino sembrar el escepticismo o el descrédito respecto a la calidad de ese estado de derecho.

El caso Billy el Niño como síntoma

Los ribetes sicopáticos del personaje han dotado al caso Billy el Niño de cierto tirón mediático, convirtiendo en ocasiones lo anecdótico en categoría. Sin duda resulta más vendible hablar del morbo de las torturas que del contexto represivo en el que se institucionalizaron, de la impunidad con que han sido amparadas, y del resto de delitos de aquel régimen.

Sin embargo, para la mayoría de quienes hemos luchado estos años por llevar a González Pacheco ante los tribunales, su relevancia va mucho más allá del propio torturador: es su carácter representativo de un sistema político criminal, el franquismo, en su etapa crepuscular, y de la escasamente modélica transición, la que más nos importa. Nuestra demanda individual de justicia siempre se ha inscrito en la reacción colectiva frente a la impunidad de un régimen criminal y sus secuelas. De hecho, por referirnos, de entre las muchas modalidades de crímenes franquistas, sólo a torturas, hay muchos más presuntos torturadores incriminados en nuestras denuncias y querellas. Pero hay además querellas por otros tipos de crímenes: asesinatos, robo de bebés…

En otras palabras, González Pacheco tuvo muy poco de especial como criminal franquista y postfranquista; fue el exponente más conocido de unas prácticas generalizadas en las que se vieron involucrados la totalidad de los comisarios e inspectores de la BPS (los conocidos como ‘sociales’), puesto que era el modus operandi de esa policía política al servicio del orden franquista y porque, al menos en la dictadura, la convicción, más que sensación, de impunidad de sus ejecutores era con todo fundamento absoluta.

Aunque González Pacheco exhibiera particular afición en el desempeño de esas tareas, las tareas en sí -malos tratos, torturas- no dejaban de ser rutinarias, estaban normalizadas, eran no solo conocidas sino exigidas como parte de la labor policial frente a la discrepancia política, así como frente a otras formas de rebeldía o disidencia.

Coincidencias tristes y elocuentes

La presente pandemia está dando lugar a la coincidencia en el tiempo de fallecimientos que en ocasiones constituyen ironías –trágicas- del destino. Es el caso de Chato Galante, nuestro inolvidable compañero y adalid en la lucha contra la impunidad, conocido incluso fuera de nuestro país por sus denuncias de las salvajes torturas que padeció precisamente de manos de Billy el Niño.

Chato, al igual que otras víctimas de Pacheco fallecidas en los últimos años (por citar alguno, de memoria: José Luis Pérez Herrero y Enrique Aguilar Benítez de Lugo), no recibió en vida justicia, a pesar de su valiente y persistente denuncia. Por el contrario, al igual que el resto de querellantes, recibió el desprecio o al menos la indiferencia más absoluta de las instituciones del Estado, que se supone nos deben amparar.

También en estas fechas ha fallecido Teresa Rilo, la viuda del mercenario de origen argelino Jean Pierre Cherid, quien fue integrante de los grupos parapoliciales del Estado español al final del franquismo y durante la transición (Batallón Vasco Español, GAL). Mucho después de la muerte de Cherid (en 1984), Teresa fue lo suficientemente valiente y decente para escribir junto a la periodista Ana María Pascual Cuenca un libro sobre aquel (‘Cherid: un sicario en las cloacas del Estado’, ediciones El Garaje, 2019), donde desvelaban, o confirmaban, entre otras cosas, el papel de González Pacheco en la guerra sucia contra ETA.

La muerte de Teresa nos recuerda que, al igual que muchos otros destacados represores franquistas, G. Pacheco tuvo otras vidas después de la dictadura, y todas sórdidas, moviéndose como pez en el agua por las diferentes ramificaciones de las llamadas cloacas del Estado. Primero en la guerra sucia como agente en las operaciones ilegales y criminales de terrorismo de Estado. Y más tarde desde el campo privado, utilizando sus contactos policiales para labores de chantaje, extorsión y demás, al estilo de su compinche el comisario Villarejo.

De la impunidad a la complicidad

Y todo ello obliga a sospechar que Pacheco tenía poderosos resortes con los que defenderse de posibles investigaciones o amenazas desde el poder, aunque lo que estuviera en juego solo fuera la retirada de sus condecoraciones. Es decir, sabía muchas cosas amenazantes para determinados círculos o personajes. Resulta significativo en este sentido que no haya sido hasta su fallecimiento que el gobierno haya anunciado seriamente su decisión de retirarle las condecoraciones (la vicepresidenta Carmen Calvo, en el Senado, el pasado 13 de mayo).

La sombra de la complicidad y el chantaje se superponen a la de la impunidad. Son muchas las sombras que han protegido a este torturador, y a tantos como él, hasta ahora de los focos de la verdad y la justicia.

¿Victoria moral?

Víctimas y querellantes hemos experimentado en estos días sensaciones agridulces. Aunque predomine nuestra frustración por la denegación del derecho a la justicia real -o sea, la de los tribunales-, cabría, al mismo tiempo, cierta satisfacción moral: primero, por haber logrado situar los crímenes del franquismo en la agenda pública; por haber desenmascarado además a alguno de los criminales –no sólo los torturadores, sino muchos otros, incluyendo algunos de los cerebros e instigadores políticos franquistas, aún vivos e imputados, como Rodolfo Martín Villa- ; y, también, por haber obtenido un respaldo social innegable en nuestras demandas. No hay más que constatar el contraste entre el amplio y unánime reconocimiento de Chato tras su fallecimiento, como exponente de justicia y dignidad; y la también unánime repulsa hacia el torturador, para calibrar esa victoria moral.

Somos conscientes de que el balance de estos años de lucha contra la impunidad transciende la mera victoria simbólica. Ha movilizado a muchas otras organizaciones y colectivos memorialistas y ciudadanos, y ha contado con la inestimable y altruista labor de profesionales del derecho del campo de los derechos humanos. Y, gracias a la marea por la justicia generada, hoy nos hallamos ante iniciativas legislativas como las proposiciones de ley presentadas recientemente en materia de memoria y víctimas del franquismo por los grupos parlamentarios de UP e Izquierda Confederal; o sobre bebés robados, el pasado mes de febrero por CeAQUA (Coordinadora Estatal de apoyo a la Querella Argentina), con el respaldo de la mayoría de grupos parlamentarios que integran el Intergrupo de Memoria y Derechos Humanos.

El virus de la impunidad y la memoria democrática

Una reflexión final: la impunidad es un mal que desborda el ámbito del derecho a la justicia. Es un virus que corroe la legitimidad de la democracia y pervierte nuestros valores como sociedad. La impunidad es un ejercicio de cobardía colectiva contra la memoria democrática, entendida como expresión de nuestros principios y convicciones, de nuestra honestidad como comunidad ante la historia y de conciencia democrática ante el futuro.

La impunidad es tanto un síntoma como un patógeno de una enfermedad más generalizada, el franquismo, o neofranquismo, que sigue presente en nuestra sociedad e instituciones y que cuestiona nuestra condición de demócratas. Cuando se niega la justicia, se borran los crímenes y se instalan el olvido y la mentira, que son la antesala de la negación. El negacionismo del fascismo patrio (el franquismo) es a su vez la precuela de su blanqueo.

Impunidad, negacionismo histórico, y blanqueo del franquismo: los ingredientes de un mismo desorden antidemocrático que socava los valores en que se fundamenta nuestra sociedad y la salud de nuestro estado de derecho, hipotecando nuestro futuro como sociedad libre y justa.

12 may 2020

Campaña para quitar las medallas a Billy el niño

Change.org

El ex inspector de policía Antonio González Pacheco, conocido como Billy el niño, ha muerto víctima del Coronavirus COVID 19. Sin que la muerte de nadie sea motivo de celebración, sus numerosas víctimas si que lamentan que haya muerto sin ser juzgado por los innumerables delitos de tortura que se le imputan.

A día de hoy, decir su nombre o su apodo, es ponerle cara al desconocido aparato represor del régimen franquista, su ilimitada crueldad le valió numerosas distinciones al mérito policial en 1972, 1977, 1980 1982, además de serle concedida también en el año 1977 la cruz al mérito militar con distintivo blanco y que supusieron un incremento del 50% en su pensión vitalicia por jubilación. Pero lo más triste y denigrante para sus víctimas a pesar de los varios intentos al respecto, es la negativa institucional tanto a permitir su extradición para ser juzgado en Argentina, como a que la jueza Servini interrogara aquí a él y al resto de imputados en la Querella Argentina.

Es totalmente injusto e inadmisible que a personas con una trayectoria delictiva de ese calibre durante la dictadura, se le concedan ya en democracia premios a esta labo. Una persona que hacía gala de un sadismo y crueldad desmedidos a la hora de interrogar a sus víctimas, llegando incluso a producirles la muerte (Enrique Ruano), no merece distinción de ningún tipo por parte del Estado. Y ya que en vida no se le retiraron estos privilegios,– 4 de ellos le fueron concedidos ya en democracia- es de justicia, como desagravio a sus víctimas que se retiren las distinciones al mérito policial y militar a tan indigno personaje.

De este modo y ya que en 2018 el Ministerio del Interior no hizo caso a las más de 250.000 firmas que presentó Cristina Fallarás junto con varias víctimas de Billy el Niño para retirarle la medalla, queremos volver a pedirlo,aunque sea a título póstumo. Las víctimas de sus secuestros y torturas y quienes murieron por esa represión policial franquista merecen la retirada inmediata del reconocimiento del Estado a este asesino. 

Firma ahora para pedir al Ministerio del Interior que retire estas distinciones al ya fallecido Billy el Niño.

Para completar la información de la petición :

Billy el Niño: juicio a un torturador

Blog Verdad, Justicia y Reparación

Por Rosa García, vicepresidenta de La Comuna.

https://blogs.publico.es/verdad-justicia-reparacion/2020/05/09/billy-el-nino-juicio-a-un-torturador/

El jueves 7 de mayo, corrió como la pólvora la noticia de la muerte por coronavirus de J.A. González Pacheco, más conocido como el torturador Billy el Niño.

Miembro destacado de la temible Brigada Política Social (BPS), subalterno del comisario Roberto Conesa, y no precisamente un verso suelto sino la genuina encarnación de la ideología y la praxis de aquella policía política ultra-franquista, Billy se hizo famoso a finales del franquismo por las tremendas palizas y torturas que infligía a los hombres y mujeres antifranquistas que acababan en sus manos. No era el único social verdugo, ni siquiera el de más alto rango, pero su fama de sádico le precedía y a él le gustaba hacer gala de ello ante sus víctimas; además, le sirvió para obtener beneficios económicos en forma de pagas extras y medallas pensionadas. Cuando llegó la llamada democracia y dejó la policía –oficialmente al menos-, fue jefe de seguridad de algunas multinacionales. Lo cual, unido a los negocios inconfesables que venía ejerciendo como social y como (¿ex?) policía, le hizo millonario e impune. Esto, a su vez, le hizo intocable. Billydemostró que los tardofranquistas giran cual desquiciados hamsters en un círculo vicioso: son intocables porque son ricos y son ricos porque son intocables.

No se dedicó sólo a machacar a personas indefensas en aquellas mazmorras de la Puerta del Sol donde entonces se ubicaba la Dirección General de Seguridad (DGS) –hoy sede del gobierno de la Comunidad de Madrid por decisión de Joaquín Leguina, y donde ningún gobiernoregional ha tenido la dignidad de colocar una placa en memoria de las víctimas –, sino que también se integró durante la guerra sucia –aún vigente- en las cloacas del Poder. Lo cuenta Ana María Pascual en su libro “Cherid, un sicario en las cloacas del Estado“. Y, como no podía ser menos, fue compadre, accionista y figurón respetado en el círculo de comisarios activos como el ubicuo Villarejo –así lo denunció Patricia López en estas mismas páginas de Público. Con respecto a su trayectoria postfranquista, hay que añadir que solo una de las medallas que disfrutó le fue concedida por la dictadura franquista, siendo el resto (para vergüenza profunda de nuestra democracia) recompensas que le concedieron gobiernos democráticos de distinto signo por “servicios” que no han sido nunca aclarados, y que sin duda forman parte de la más negra historia de nuestro estado democrático actual.

Billy el Niño fue uno de los primeros imputados en la Querella Argentina, de la que se acaban de cumplir diez años. Lo fue gracias a los testimonios presentados contra él por varias de sus víctimas, entre ellos Chato Galante, luchador antifranquista que fue detenido varias veces y sufrió años de cárcel y que, por desgracia, ha fallecido recientemente. Chato –junto con otros activistas– fundó La Comuna de presxs y represaliadxs del franquismo y contó las torturas padecidas en los documentales “El Silencio de Otros” y “Lesa humanitat” y en múltiples entrevistas. También impulsó la presentación de querellas contra González Pacheco ante los juzgados españoles, debido a la dificultad para que el torturador se presentara ante la justicia argentina, amparado por la Audiencia Nacional que negó su extradición y por la orden dada por la Fiscalía General del estado, en 2016 (con Rajoy de presidente y aún vigente) para que ningún juez español accediera a las peticiones de la jueza argentina Servini de Cubría.

Luis Suárez-Carreño fue el primero en presentar su querella, en junio de 2017. Después le siguieron 17 querellas más, todas ellas rechazadas por la judicatura española que sostiene la impunidad de los delitos del franquismo amparándose en las falacias de que están blindados por la Ley de Amnistía de 1977, y que las torturas sistemáticas que practicó la policía política franquista contra todos los detenidos por motivos políticos fueron casos aislados cometidos por personas aisladas (una auténtica burla para las víctimas de la represión franquista), y no crímenes de lesa humanidad cometidos por una organización estatal contra un grupo entero de población.

Como escribe Manuel Blanco Chivite, miembro de La Comuna, periodista y represaliado del franquismo, cuya pena de muerte fue conmutada en septiembre de 1975: “Billy el Niño ha sido el ejemplo más conocido de impunidad de un régimen criminal. Y la impunidad es la primera condición para la repetición” lo que nos recuerda lo perentorio que es juzgar los crímenes y a los criminales del franquismo.

Y, mientras eso no se consiga con fuerza de ley, juzgaremos simbólicamente –en efigie, como se juzgaba a las brujas prófugas– a Billy el Niño. Pero, desde hoy mismo, felicitamos a la iniciativa surgida de Andalucía que pide al Secretario de Estado de la Memoria Democrática que el Estado español convoque a un homenaje público a las víctimas de Billy el Niño. La actitud con la que el gobierno reciba –o no reciba- esa iniciativa andaluza, nos indicará cuánto hay de verdad y cuánto de postureo en la llamada democracia española.

Nosotros, víctimas y querellantes contra el torturador Antonio González Pacheco, Billy el Niño, siempre hemos aportado y seguiremos aportando nuestros testimonios. Sirvan como ejemplo las siguientes declaraciones públicas:

Enrique Aguilar: “Las horas más duras de mi vida son las que transcurren entre las 4 de la tarde del día 14 de mayo de 1973 y las 9 de la mañana del día siguiente. Son casi 16 horas de palizas sin parar por parte de Billy el Niño y otros policías que me llevaron a estar ingresado en la enfermería de la cárcel de Carabanchel durante 82 días”.

Esteban Cabal: “Después de pasar por sus manos mi estado era lamentable. Tenía fractura de nariz y de ambas muñecas. Tuve que exiliarme en Francia”.

Felisa Echegoyen: “Billy y otros policías me cogieron de los pelos y me llevaron hasta la ventana. Me pusieron de cara a ella. Pegados a mi espalda, comenzaron a interrogarme y golpearme y pensé que me iban a lanzar al vacío. Grité pidiendo auxilio y A. González Pacheco me  introdujo un pañuelo en la boca que casi me ahoga.  Tras los golpes y palizas que sufrí en la Dirección General de Seguridad, me sobrevino un ataque de nervios (o colapso) que me dejó totalmente rígida”

Chato Galante: “En varias de las detenciones que sufrí Antonio González Pacheco, fue el ejecutor de las torturas. Era un torturador compulsivo. En una de las detenciones me hizo bajar la escalera de mi domicilio de forma que mi cabeza se iba golpeando con cada peldaño. Una vecina les llegó a decir “¡cuidado con su cabeza que está estudiando!”. En una de las detenciones, en las que estaba decretado el estado de excepción, pasé 17 días en los calabozos de la DGS. Me colgaron desnudo y me fueron aporreando en todo el cuerpo. Llegué a orinar sangre. Cuando por fin me sacaron de allí, tuve que subir a rastras al furgón de la policía que me trasladaba a la cárcel porque no podía mantenerme en pie”.

José Manuel García: “Pasé siete días en la DGS. Tras pasar por sus manos estuve quince días en la enfermería de la cárcel de Carabanchel.”

Rosa García: “Me recibió con puñetazos, golpes e insultos machistas. No me preguntó nada, solo quería aterrorizarme. Me sacó por la noche en un coche con otros policías y me iba amenazando con hacerme desaparecer. Me apuntó con su pistola delante de la puerta de un supuesto piso-franco. Era un sádico morboso.”

Ángela Gutiérrez: “Me detuvieron en la Gran Vía y cuando me estaban registrando en la DGS llegó Billy el Niñoy me dio una patada en mi zona íntima que me envió al otro lado, delante de mi compañero, antes de preguntar nada”.

Julio Gomáriz: “Fui detenido en mi puesto de trabajo. Golpeado desde el primer momento con extrema dureza por Billy el Niño y otros, según consta en certificado médico de ingreso en prisión: Hematomas de amplia difusión corporal localizados en ambas regiones plantares, glúteos, metagastrio, brazo izquierdo, fosa iliar izquierda y pared torácica”.

Miguel Ángel Gómez: “Fui detenido en dos ocasiones. Una en diciembre de 1971, con apenas 18 años y durante 3 días sufrí en la DGS varias palizas en las que participó el J.A. González Pacheco, entonces “novato” de la BPS. Un año y medio después volví a caer en sus manos y participó de modo destacado en las torturas sistemáticas que sufrí durante 7 días. Golpeaba tan fuerte que cada vez que lo hacía sentía que me iba a matar. Me rompió por dentro y aunque resistí a muy duras penas, destruyó mi proyecto vital como persona y me dejo secuelas que todavía padezco. Lamento profundamente que haya escapado a la justicia universal de los DDHH, de la que era prófugo, refugiado y protegido por el Estado Español.”

Francisco Javier Maestro: “Este torturador sádico disfrutaba interrogando, golpeando y torturando a todo detenido político que cayera en sus manos. No puede quedar impune una conducta tan criminal. No cejaré hasta ver a los responsables de delitos de lesa humanidad del franquismo en el banquillo, como los nazis en Nüremberg”.

Willy Meyer: “Fui detenido y torturado por Billy el Niño. Su impunidad, la de todo el aparato represor de la dictadura es y sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la democracia. No descansaremos hasta conseguirlo”

Javier Navascués: “Me golpeó y estuvo torturándome aplicándome ‘el pato’ durante unas diez horas, en las que no puede comer ni beber. Retuvieron a mi mujer y a mi cuñado antes de que yo llegara”.

Enrique del Olmo: “Fui torturado y golpeado por Billy el Niño durante horas. Disfrutaba haciéndolo”.

José Luis Pérez “Piños”: “Fui detenido y torturado por este sádico con puñetazos y golpes continuados. A consecuencia de las torturas y de mi paso por la cárcel perdí parte de mi dentadura”

Luis Pérez Lara: “Torturaba por placer, decía que tenía licencia para matar, manifestaba su placer cada vez que nos torturaba. Los policías de la Brigada Política Social no parecían seres humanos “

Roser Rius: “Billy el Niño dijo: ‘esta es para mí’, me ató a un radiador y me golpeó en los pies hasta que se cansó. Cuando acabó yo no podía andar”.

Adolfo Rodríguez: “Me gustaría que explicara por qué lo hacía. Por qué decidía ensañarse con cada uno de los detenidos. Cuáles eran sus motivaciones”.

Francisco Rodríguez: “Fui torturado por Billy el Niño después de la amnistía de 1977, cuando se suponía que estábamos entrando en la democracia”.

Jesús Rodríguez: “Fui golpeado en todo el cuerpo y en un momento del interrogatorio colocó su pistola en mi cabeza, diciendo que me mataría si no decía la verdad. Su principal objetivo no era la información sino aterrorizar, humillar, vejar y destruir a la persona”.

Josefa Rodríguez: “La bienvenida fue horrible. Nada más entrar Billy me dijo: ¡Hombre, Asturias! Y yo le respondí que yo no era esa Asturias de la que hablaba. Acto seguido llamó a su ayudante El Moro quien de su manga sacó una barra de madera con la que me quiso dar en los riñones. Yo la esquivé y me golpeé contra una máquina de escribir. Al romperla les saqué aún más su furia y recibí incontables y considerables golpes”.

María Rumín: “Cuantas más preguntas me hacía y más silencio guardaba yo, más puñetazos me daba. Recuerdo su cara. Parecía que disfrutaba con aquello. Tenía como una cara de gusto”,

Luis Suárez-Carreño: “Tenía una vena morbosa; entre paliza y paliza intentaba crear un clima de complicidad, por ejemplo, especulando sobre las relaciones sexuales entre la gente de laLiga, tema que parecía ponerle. Se implicaba emocionalmente, lo disfrutaba.”

Luis Miguel Urbán: “Era un psicópata al que le gustaba hacer daño. Me metió una pistola en la boca y apretó el gatillo”.

Alegato final:
 Consideramos probado, por nuestros testimonios y los de miles de detenidos por luchar contra la sanguinaria dictadura franquista y su continuación monárquica, que el policía Antonio González Pacheco es culpable de ejercer malos tratos y torturas continuadas y sistemáticas contra los luchadores demócratas, lo que constituye un delito de lesa humanidad y contra los derechos humanos; y por lo tanto, exigimos que sea condenado por el Estado reconociéndonos oficialmente como víctimas de sus torturas, que le sean retiradas todas las menciones y reconocimientos y que sea por siempre conocido como el torturador Billy el Niño.

¡Verdad, justicia y reparación!

 
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