«La Policía, Falange y los ayuntamientos informaron de los antecedentes políticos de los ferroviarios españoles»
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“O que non se xulga e se condena non pode ser perdoado, non se pode amnistiar un delito que non foi cometido (…)No referente aos crimes franquistas, cando falamos de amnistía, en realidade do que estamos a falar é de impunidade”. A denuncia realizouna a escritora Ana Cabaleiro no encontro nacional que os colectivos pola memoria celebraron este domingo en San Simón no só para render homenaxe ás vítimas e ás súas familias senón tamén para reivindicar o fin desa impunidade que, lembrou Cabaleiro, “ lonxe de ser derogada e revertida desde os poderes institucionais correspondentes, de tanto manterse no tempo chegou a propiciar, nos últimos anos, o envalentonamento dos reaccionarios e herdeiros da ditadura, que pugnan por seguir impoñendo e lexitimando o seu ideario de represión e espolio”.
No ano en que se cumpren oitenta do fin da guerra civil en España e dez desde que “a sociedade civil” a través da Iniciativa Galega pola Memoria, tomou as rendas da organización da homenaxe ante a desidia da administración autonómica, Cabaleiro esixiu tamén no nome de todos os colectivos que a conforman “a regulación da apoloxía do franquismo como delito e a prohibición de toda exaltación do mesmo”.
Lembrou na súa intervención como condutora do acto central celebrado ás doce do mediodía, que neses oitenta anos “ escribiuse coa tinta dunha ditadura, coa tinta dunha transición á democracia falsamente cualificada como ‘pacífica e modélica’, e coa tinta dunha Lei de Amnistía, ignominiosa e insultante, que baixo o cínico argumento de non reabrir feridas derivou nunha impunidade efectiva de todos os crimes cometidos desde o golpe de Estado de 1936 ata a promulgación desta lei en 1977. A historia destes 80 anos foi escrita, polo tanto, coa tinta do silenciamento, do ocultamento e, mesmo, da negación do terror que asolagou este país”.
Derogar esa lei para acabar coa impunidade foi o clamor da xornada, protagonizada polas propias vítimas. Chato Galante, torturado por Antonio González Pacheco, Billy el Niño e un dos asinantes da querela arxentina, desprazouse desde Madrid para reivindicar na illa o dereito á xustiza universal e para lembrar que Galiza foi unha zona “especialmente castigada” polo que “ademais dos acenos de recoñecemento precisa de accións que garantan os principios de verdade, xustiza e reparación para todas as persoas que sufriron crimes de lesa humanidade, que nunca poden prescribir”. Galante foi precedido na palabra por Celso López, membro da Asamblea Republicana de Vigo, que tras lembrar a recente adhesión do movemento galego á coordinadora de apoio á querela (CeAqua) reclamou que o estado aplique os tratados internacionais subscritos no ámbito xudicial que recollen a non prescrición dos delitos de lesa humanidade e polo tanto a imposibilidade de amnistialos.
Pola súa parte, o investigador Moncho Ermida lembrou que “tamén na Galiza temos moitos Billy el Niño” e instou ao movemento memorialístico a “poñer riba da mesa” os nomes das persoas que participaron en torturas, sobre todo nos últimos anos da ditadura e na transición. El mesmo recitou algúns mentres que Elvira Cienfuegos, compoñente da asociación cultural O Galo de Compostela, deu lectura a un texto emotivo e arrepiante, no que un ex traballador de Citröen torturado naquel tempo daba consellos precisos aos seus camaradas sobre como resistir aos golpes. Un histórico texto que foi traducido ao euskera e utilizado por agrupacións antifranquistas de todo o territorio español.
O acto, que contou coa actuación musical de Lucía César Veloso, serviu como homenaxe ao promotor da querela, Darío Rivas, e á guerrilleira antifranquista Chelo Rodríguez, finados este ano. Tamén para amosar o respaldo ao investigador Carlos Babío, denunciado polos Franco, que, finalmente non puido desprazarse á illa, tal como estaba previsto.
San Simón, 21 de xullo de 2019
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La presunta víctima, Francisco Rodríguez Veloso, ha presentado en los juzgados de Plaza Castilla la decimocuarta querella por un delito de torturas cometido por el antiguo policía franquista, Antonio González Pacheco, también conocido como ‘Billy el Niño‘, en un contexto de crímenes contra la humanidad sufridas después de la Ley de Amnistía de 1977.
El denunciante afirma haber sido detenido el 13 de septiembre de 1978 en Orense, cuando era miembro de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO). Fue trasladado a Santiago de Compostela donde permaneció detenido una semana. En ambos lugares dice haber sido sometido a «torturas reiteradas y sistemáticas«.
«Me apena mucho que después de 40 años el aparato policial esté sin depurar. Espero que se haga memoria y Justicia», ha recalcado a las puertas de esta sede judicial Francisco Rodríguez Veloso, quien sufrió torturas durante una semana tras ser detenido por ser militante de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO).
Veloso ha destacado que la presentación de la querella le trae malos recuerdos de lo que le hicieron durante una semana. Esta persona sigue recibiendo medallas y celebraciones. El aparato policial sigue ahí y está sin depurar», ha recalcado
La última querella, presentada el pasado 5 de julio, se trataba de una querella conjunta entre cinco represaliados por las torturas durante el franquismo y la Transición, con motivo de delitos de lesa humanidad.
La querella se presentó contra miembros de la Brigada Información Social, la policía política, que actuaban desde la dirección de Seguridad de Madrid “para destacar que la represión del régimen franquista se dirigió contra toda la población española que pretendía lograr el advenimiento de la democracia». Entre ellos se encuentra también González Pacheco.
Comunicado de Ala Zaragoza
A finales del mes de enero de este año 2019 se presentó en los juzgados de instrucción una querella por crímenes contra la humanidad cometidos por el régimen franquista en Zaragoza, con objeto de tratar de hacer efectivo el derecho de acceso a la justicia de las víctimas de tales violaciones graves de los derechos humanos, y poner fin a la impunidad de los crímenes cometidos durante el franquismo.
La resolución del Juzgado de Instrucción núm. Ocho de Zaragoza, notificada en el día de hoy 18/07/2019 cuando se cumplen 83 años del golpe militar franquista, por la que se archiva esta querella -con base principalmente en una interpretación de la ley de amnistía y una concepción del principio de legalidad penal incompatibles con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos-, es contraria al derecho internacional de los derechos humanos y desatiende las obligaciones que en este ámbito pesan sobre los poderes públicos, reiteradas incesantemente por los máximos organismos de Naciones Unidas al gobierno de España.
Lamentablemente, se vuelve a demostrar certero y vigente el diagnóstico sobre la existencia de “una judicatura que no ha interpretado la ley a la luz del derecho internacional de los derechos humanos –creando- un patrón de impunidad para los casos de desapariciones forzadas ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura”, y que los criterios interpretativos empleados por los tribunales en casos como el presente suponen que “esta combinación de factores es contraria a los principios que emergen de las obligaciones internacionales de España” (Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias de la ONU, “Observaciones Preliminares del GTDFI al concluir su visita a España”, de 30/09/2013).
Tal y como declaró en su última visita a España el Relator especial de la ONU para el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición respecto de la persecución de los crímenes del franquismo por los poderes públicos en España, las carencias no tienen que ver con el derecho o las herramientas jurídicas para abordar el fenómeno, sino con la voluntad de hacerlo.
Muy resumidamente, las razones jurídicas que sostienen la necesidad de investigar los crímenes durante el franquismo se basan en:El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos de 1966, que entró en vigor en España en julio de 1977, -con anterioridad a la Ley de Amnistía- establece que “toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados –derecho a la vida, a la libertad, a no ser sometido a torturas,…-podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales –artículo 2.3.a)-, y respecto del principio de legalidad y de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras desfavorable, establece que en nada se opondrá al juicio ni a la condena de una persona por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos según los principios generales del derecho reconocidos por la comunidad internacional.
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, máximo intérprete del PIDCP, ha exigido en su último informe sobre España, de 20/07/2015 respecto de las violaciones a los derechos humanos cometidos durante el franquismo:“El Estado parte debe impulsar activamente las investigaciones respecto de todas las violaciones a los derechos humanos del pasado.El Estado parte debe velar por que en estas investigaciones se identifiquen a los responsables, se los enjuicie y se les impongan sanciones apropiadas, proporcionales a la gravedad de los crímenes y se repare a las víctimas”.-En el mismo sentido se han pronunciado el Comité contra las desapariciones forzadas, el Comité contra la Tortura, y el anterior Relator especial para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición-.El propio Tribunal Supremo, antes de revisar sus criterios en STS de 27/02/2012 con ocasión del pronunciarse sobre la posibilidad de investigar los crímenes del franquismo, en Sentencia de 1/10/2007 –caso Scilingo-, estableció:“Las previsiones del Derecho Internacional Penal consuetudinario, las normas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados y convenios suscritos por España, concreta y especialmente el CEDH y el PIDCP, deben ser tenidas en cuenta al interpretar y aplicar las normas de derechos interno, de forma que resulte conducente a la efectiva protección de los Derechos Humanos esenciales. Nada impide, por lo tanto, la persecución de hechos que, aun calificados conforme al derecho interno como delitos ordinarios de asesinato y detenciones ilegales, deban ser considerados como crímenes contra la Humanidad conforme al Derecho Internacional Penal”.
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Asociación Libre de Abogados y Abogadas de Zaragoza – ALAZalazzgz@gmail.com
En Zaragoza, a 18 de julio de 2019
La jueza elige el 18 de julio para archivar la querella zaragozana contra el franquismo
Público /Eduardo Bayona
La llegada del trifachito al Ayuntamiento de Madrid hace que los ligeros avances en Memoria Histórica y Derechos Humanos sean anulados. Ya están tomando las primeras decisiones en este sentido
Por Luis Suárez, miembro de La Comuna
Durante una semana la ciudad de Madrid ha acogido a cientos de investigadores, docentes y activistas del mundo adelante, en el mayor encuentro internacional hasta ahora jamás celebrado sobre Memoria, organizado por la Asociación de Estudios de la Memoria (MSA).
Las 3 facultades de la Universidad Complutense donde se ha realizado la conferencia han sido del 24 al 29 de junio un hervidero de gentes de toda procedencia, que no se ha dejado amilanar por la asfixiante canícula.
La Memoria es un inmenso espacio de diversidad y aprendizaje mutuo
El programa era de tal densidad que la misma elección de actividades constituía un reto complejo. En pocas cifras: unas 1.500 personas inscritas, de 45 países; 250 paneles de debate; más de 20 mesas redondas; actividades artísticas y festival de cine paralelos; visitas de campo, talleres y clases especiales… además de todas esas sinergias, conexiones e intercambios que surgen sobre la marcha, como efecto colateral -en ocasiones el más relevante y duradero- de estos encuentros ecuménicos o torres de babel.
Una conferencia predominantemente académica, con los objetivos centrales de promover, por una parte, ‘un mejor conocimiento e implicación (en la red global) de las epistemologías del pasado no-occidentales’; y por otra, ‘la cooperación entre especialistas en Memoria de habla inglesa y española’.
Los temas presentados han sido variadísimos, como lo es el mismo concepto de Memoria, y abarcan desde las bandas juveniles latinas -gangs- transnacionales, hasta los flujos y ciclos del agua -blue memory studies- ambos portadores transfronterizos de memorias, por mencionar alguno particularmente exótico; con una especial abundancia de trabajos en torno a post-colonialismos, post-comunismos, el Holocausto, transiciones, exilios, migraciones, memoria de la mujer, metodologías memorialistas, etc.
La ambición y variedad de temas son buena muestra del carácter ambiguo, polisémico, del concepto de Memoria. Sin entrar en disquisiciones, podemos asimilar la acepción de Memoria que vertebra los estudios aquí congregados a la que en nuestro país tiene la expresión memoria histórica, que por cierto algunos consideramos redundante.
Se puede simplemente hablar de memoria colectiva, por oposición a la memoria personal o individual. Memorias -relatos y representaciones- colectivas no únicamente dirigidas a entender el pasado, sino a explicar también el presente y orientar el futuro, que son un objeto de estudio de creciente relevancia en el mundo. La Memoria que se constituye así en conciencia social y acervo cultural sobre el pasado y el presente, y sobre nuestros valores e identidades.
Las miradas y perspectivas desde las que se hace memoria son también múltiples: víctimas, victimarios, herederos, activistas, gestores de lugares, creadores y artistas, guardianes (gate-keepers),… filosofía, ética, estética, justicia, derechos e identidades,… Incluso las visiones duales, contrapuestas, … enredadas (entangled), es decir, diferentes experiencias a partir de unos mismos hechos. Por ejemplo, los procesos de asimilación de poblaciones inmigrantes, o la descolonización y sus herencias, que, por cierto, conecta con algunas iniciativas actuales aquí y ahora en relación, por ejemplo, al Sáhara (memorias compartidas) …
Madrid, un nudo de paradojas de la Memoria
Sobre la elección de Madrid, el programa de la conferencia señalaba: ‘Tanto el campus universitario como la propia ciudad ofrecen el mejor escenario posible para una conferencia de esta naturaleza’, debido a la relevancia tanto de la fecha como del espacio: 80 aniversario del final de la guerra civil y del exilio republicano; Ciudad Universitaria, frente bélico que aún conserva numerosas huellas de los 3 años de combates; junto a La Moncloa, espacio de exaltación retórica de los vencedores y sus valores nacional-católico-fascistas.
Y, en ese contexto, un único rastro de políticas de Memoria democrática: el modesto monumento a las Brigadas Internacionales -en la Avenida Complutense-, que, como señala el programa, es frecuentemente vandalizado.
Es la paradoja memorialista: el contraste entre la magnitud de los hechos históricos y la carencia de relato y documentación de los mismos que, si en buena medida se podría hacer extensiva al conjunto del Estado, resulta en Madrid particularmente llamativa y sangrante, hasta hacer de nuestra ciudad una auténtica capital de la desmemoria.
Algo que las personas participantes en la conferencia han podido comprobar de primera mano durante las visitas de campo programadas: las trincheras de la Ciudad Universitaria, abandonadas al esfuerzo voluntario y privado; los escombros de la que fue emblemática cárcel de Carabanchel; el desafiante mausoleo franquista de Cuelgamuros, congelado tal como lo dejó la dictadura…
Lecciones prácticas de negacionismo histórico
La visita en concreto al llamado Valle de Los Caídos -el sábado 29- ha constituido un auténtico shock para los visitantes memorialistas que flipaban creyendo viajar en el tiempo y el espacio al recorrer el monumento a un genocidio, presidido por la tumba de su perpetrador, sacralizado y custodiado por una siniestra secta monacal, y banalizado al mismo tiempo como escenario festivo ‘popular’ (coincidieron con una boda en la basílica),… sobre los restos de 35.000 ‘caídos’ mal enterrados.
Para subrayar ese clima de revival franquista, solo faltaba el nuevo alcalde madrileño, del PP, anunciando en esos mismos días la disolución de la Oficina de Derechos Humanos y Memoria, creada en la anterior legislatura municipal. Poniendo así en práctica una de las prioridades declaradas -la lucha contra las políticas de memoria histórica- del gobierno trifachito de la ciudad de Madrid, liderado ideológicamente por el partido neofascista Vox.
Capítulo aparte merece la jerarquía eclesial católica, imprescindible en cualquier aquelarre oscurantista y retrógrado, y que de cuando en cuando hace un paréntesis en su éxtasis místico, sus terapias de reconversión sexual, sus apropiaciones indebidas del patrimonio común y su escamoteo de pederastas para patear también el tablero político en nuestro país -en la mayoría de los casos, por cierto, del lado de la caverna. Precisamente en estos mismos días han tenido a bien, por boca del saliente nuncio del Vaticano, pronunciarse en defensa de la permanencia de Franco en Cuelgamuros, y del blanqueo-negación del golpismo fascista y la dictadura.
España predemocrática, o cuando la Memoria no es objeto de estudio sino de confrontación
En suma, lo que las personas asistentes a este encuentro habrán aprendido del caso español, es que la Memoria es aún, antes que un campo de estudio y aprendizaje colectivo, antes que una dimensión de la construcción de cultura democrática y de derechos humanos, un campo de batalla y revanchismo, la penúltima trinchera de una derecha inculta, heredera y nostálgica de la dictadura, que abomina de los principios de verdad, justicia y reparación, cuando se trata de los crímenes franquistas.
Frente a las políticas públicas de Memoria relativas a los traumas históricos que, con matices y no sin conflicto y dolor, han llevado adelante tantos pueblos europeos, latinoamericanos, asiáticos, africanos, etc., asentadas en un acuerdo general respecto a los valores comunes de libertad y dignidad, España sigue sobresaliendo, en su estadio predemocrático de conciencia, como terreno fértil para el negacionismo y la injusticia.
Aunque hay que reconocer que el campo de la anti-memoria no se circunscribe aquí a la derecha oficial: nuestro déficit de cultura democrática afecta igualmente a sectores ‘intelectuales’ y a camarillas corporativas como las de algunos historiadores. Recordemos sino el penoso episodio del ‘manifiesto contra la memoria histórica’ («Manifiesto por la historia y la libertad», marzo 2018).
Esta es el legado de injusticia transicional, falsificación histórica y déficit democrático del régimen del 78. Estas son las vergüenzas que hemos exhibido ante un altamente cualificado auditorio internacional durante unos días, por otro lado, memorables.
La Memoria, un desafío colectivo para construir ciudadanía libre
Una breve reflexión adicional sobre el estímulo que acontecimientos como esta conferencia representan para el emergente movimiento social en favor de la memoria democrática, que contrasta vivamente con la general abulia institucional y pública, y que se retrata bien en los cientos de entusiastas jóvenes -estudiantes de especialidades relacionadas con la Memoria- que han participado en condición de voluntariado en la conferencia.
El memorialismo actual, a diferencia de lo sucedido en los años de la transición y posteriores, no se circunscribe o refugia ya -como señalaba certeramente el escritor Isaac Rosa durante la conferencia-, al ámbito equívoco y sutil de la ‘creación’ -literatura, cine, cómic…-, sino que ya avanza en otros frentes más adversos o incluso hostiles como la academia y los medios.
Nuestro reto es construir la Memoria como arma por el derecho a la verdad, justicia y reparación. Un recurso necesario para garantizar la no repetición del horror fascista.
El Ejecutivo de PP y Cs considera que el organismo es una «correa de transmisión del sectarismo» del anterior gabinete.